Agradezco el agua caída este invierno, aunque la nieve fue excesiva en Olba la primera vez y rompió muchas ramas de árboles, y arrastró miles de pinos. Ahora bien los riachuelos han dado la vida a sendas frecuentadas por animales que dan gozo. Llevo las botas de agua en el coche para andar con Blanca por lugares que tiene riachuelos y pequeños laguitos, ya que losa pinos repoblados ya tienen procesionaria y hay que evitar las pinadas. Las imágenes de la cascada son del nacimiento del Nervión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario