La Luna Planetaria del Perro (y la Perra) de la Manifestación.

Esta Luna contiene un significado clave para el rediseño de la conciencia. El primer día de esta Luna se corresponde con el Kin 1: Dragón Magnético Rojo, en el que hay también un eclipse lunar. Estamos en un nuevo comienzo, un Reseteo Cósmico.
El eclipse lunar ha ocurrido 15 días después del eclipse solar que se produjo cerca del equinoccio y también trajo consigo las mayores tormentas solares de este ciclo solar. Mucho está siendo realineado y purificado. Estamos viviendo una intensa rearmonización de energías disonantes.
Todos y todo está conectado, lo que significa que cada partícula de la consciencia se ve afectada. Nuestro trabajo es alinearnos con el planeta para ayudar con estos cambios que emanan desde el núcleo de la Tierra y el núcleo de nuestro ser.

El perro es el animal totémico de la Luna Planetaria, lo que significa el amor incondicional que nos conecta con el corazón y el cuerpo emocional. En esta décima Luna estamos llamad@s a enfocarnos en la manifestación de la sanación emocional. Emociones reprimidas, como la ira, culpa, vergüenza o miedo bloquean nuestro flujo de energía. Este año, Luna Solar Roja, estamos enfocad@s en purificar todos nuestros cuerpos (mental, emocional, físico y espiritual) y por tanto "realizando el flujo".
Nuestro cuerpo emocional es magnético y tiene un efecto directo sobre nuestra frecuencia vibratoria. Las experiencias traumáticas de nuestra infancia o de antes dejan una huella emocional en nuestra memoria celular que afecta a nuestra expresión ADN. En este ciclo de 28 días se nos anima a enfocarnos en identificar y soltar todos los bloqueos emocionales en nuestra mente/cuerpo para que podamos abrirnos a recibir la nueva plantilla de alta frecuencia que está siendo transmitida a nuestro planeta.
En la cosmología púlsar de la onda encantada, la décima posición o tono, correspondiente a la décima Luna, completa el primer púlsar dimensional de la vida que comenzó en la segunda Luna, la Luna Lunar del Desafío. Manifestar el desafío de este año es alcanzar la sanación solar suprema y la capacidad expandida para dar y recibir amor.