Belka y Strelka
El lanzamiento de la nave Vostok fue realizado el 19 de agosto de 1960
desde el cosmódromo de Baikonur. Junto con Belka y Strelka a bordo del
cohete volaban cuatro ratas blancas, 40 ratones blancos y negros,
insectos, hongos, plantas, y granos de trigo, de maíz y de guisantes
necesarios para el estudio del impacto de la radiación en los organismos
terrestres.
Transcurridas entre cuatro y seis vueltas alrededor del planeta, Belka
se empezó a mostrar muy inquieta. Este hecho influyó en la elección de
la distancia del primer vuelo del ser humano: sólo una vuelta alrededor
de la Tierra. Durante el vuelo las perras llevaban puestos unos trajes
especiales de colores rojo y verde. La longitud del vuelo fue de 700.000
kilómetros.
El aterrizaje se produjo el 20 de agosto de 1960 en un prado plano. Los
primeros testigos de este acontecimiento histórico fueron los
campesinos que trabajaban en un campo cercano. Ellos rodearon la cápsula
cósmica, que les pareció un huésped enigmático del espacio, y la
miraron con curiosidad. Alguno leyó una inscripción en la cápsula que
decía que se informara del hallazgo en la dirección indicada, aunque no
hizo falta hacerlo porque pronto llegó un avión de supervisión con
especialistas a bordo.
Cuando los científicos abrieron las escotillas, Belka y Strelka se
liberaron de la cápsula. Los animales, que pasaron muy bien el
aterrizaje en la Tierra, se alegraron de estar al aire libre e hicieron
mimos a las personas que les dieron la bienvenida, ladrando alegremente.
Los periódicos soviéticos publicaron las imágenes de estas simpáticas
perras sin raza recibidas desde el espacio (se informó, asimismo, que
ésta era la primera vez que se transmitía desde el espacio imágenes de
objetos en movimiento). La noticia sobre el vuelo conmovió. Los diarios y revistas publicaron cartas de gente
común y corriente que expresaba su orgullo por el logro cósmico. Los
poetas escribían versos, como en uno de ellos que decía "la tierra
soviética ahora se convirtió en una orilla del Universo".
Tras el vuelo, tanto Belka como Strelka vivieron varios años, hasta ser
viejas. Strelka tuvo seis cachorros, uno de los cuales fue enviado
como regalo por orden del mandatario soviético Nikita Jruschov a
Caroline Kennedy, hija del presidente estadounidense John Kennedy. Los
cuerpos disecados de los perros están en el Museo del Cosmonauta de
Moscú. Posteriormente perros, monos y otros animales enviados al espacio
en satélites y estaciones orbitales ayudaron a salvar a los cosmonautas
del impacto nocivo de las condiciones de un vuelo cósmico.
Pero fueron Belka y Strelka las que se convirtieron en una verdadera
leyenda de la historia de la exploración del espacio. A principios de
2010 se estrenó en Moscú la película de dibujos animados sobre los primeros animales que sobrevivieron a un vuelo espacial.
Se envió unos fragmentos de 'Belka y Strelka. Los perros estelares' a
la Estación Espacial Internacional "como ayuda psicológica para el
equipo internacional".
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