Mareas vivas en el corazón
Cuando confío y sigo andando,
siempre hay suelo, siempre hay vuelo,
mis alas se estiran y brilla el mundo.
Estáis a mi alrededor, me inspiráis, y así sé
que aunque sola,
no tan sola. Avanzo con inocencia vigilante,
ya que si me descuido
caigo en la ingenuidad
y luego se arma,
pero acepto la dulzura del intento,
el recuerdo de que somos chispas de divinidad,
-fulgor y belleza-
fuego y hielo
somos.
Comprendí que la alegría de Psique, el alma- que después de muchas pruebas eventualmente se casa con Cupido, el amor, y se transforma en diosa-, era la misma historia de un cristiano que sigue el más importante mandamiento de Jesús: amar, y de ese modo transformarse en un Cristo. Con nuevos ojos ví la realidad en mi intuición previa de los antiguos dioses agitándose y naciendo a la vida. Vi que la ayuda ofrecida por los devas había estado siempre a disposición del ser humano y podía ser rastreada hasta los mitos y las leyendas. Comprendí la exactitud del hecho de que dos grandes enseñanzas de Misterios de Grecia provinieran de dos dioses terrenales, Démeter y Dionisios...
Dorothy MacLean, Comunicación con los ángeles y devas, Cofundadora de Findhorn, Escocia
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