Ahora: Hoy es martes y mañana el equinoccio. Poca energía y ganas de estar parada, sintiendo, no haciendo. Me parece más cálido que el año pasado, los rosales están estupendos, aún queda mucha fruta por los árboles. Celebro en calma, parando, cuidándome ya que de repente no puedo moverme. LLamadas para el puente de Octubre, gentecilla que llenará la casa...Agradezco. Tanto, todo.
Hace un año: No para de llover y claro, eso permite traer más abundancia y alejar el fantasma de lo seco, pero nos catapulta más facilmente a ese otoño-invierno que da un poco de pereza, ya que hay nieblas por la mañana, apetece ratos de leer en la cama y a momentos pareciera que ya hay que empezar a calentar los espacios. Pero nos da pereza porque cuando se empieza ya no se para. Cuando preparaba las frutas, para el círculo que hicimos en el afuera, estaban tan presentes los colores, de las uvas, de las nueces, de las semillas de granadas, las moras, las hojas amarillas y marrones alrededor, y la hadita de alas transparentes azules.
Nuestra Mab a veces está afuera, y a veces vagabundea por el interior de la casa un poco a golpe de curiosidad. Han ido llegando mensajes de Sophia Style, de Ana María Rayo, y rescato de ellas algunas cosas. Sophia menciona tres preguntas que me parecen muy interesantes, que toma de otra mujer que luego incluiré el nombre. Las preguntas las copié en una de mis eternas libretas y les he estado dando vueltas.
1- Ahora es el momento de la cosecha. De todas las cosas a las que has dedicado tu tiempo, energía, dinero y amor, ¿qué está listo para cosechar ahora? Escribe todo lo que se te ocurra, y al final agradece tu cosecha.
2- Empieza la época de separar el grano del trigo. ¿Hay algo en tu vida que podría limitarte en el proceso de recoger tu cosecha? ¿Algún miedo, alguna voz crítica, un pensamiento limitador, una relación? Sácalo a la luz de tu conciencia y visualiza las hojas del árbol que empiezan a caer: sin ningún esfuerzo, bajan a la tierra para desintegrarse y hacer abono. Suelta todo lo que puede detenerte en tu recolecta.
3- Con la consciencia de que dentro de unos meses llegará el invierno, ¿Qué necesitarás para sentirte cuidada y protegida durante los meses más fríos y oscuros? ¿Cómo te irás preparando este otoño?
Los lunes muchas veces hemos cogido la costumbre de vernos Soraya y yo. Ella me cuidó ayer por la tarde-noche "haciendo de madre" cocinando pizzas y pasteles, y compartimos cartas celtas, inspiración sobre las runas, una película un poco estrambótica... Un dia de inspiración, de parar y al mismo tiempo, burbujearnos imágenes que nos insuflen belleza y ganas.
A la primera pregunta, le he dedicado tiempo a una relación que, de tanto amputar fragmentos de mí misma, he llegado a cosechar un estar vacía y en calma extraños. Me salían como respuesta ... tranquilidad, serenidad, madurez, paz... He cosechado calma, he cosechado integridad, he cosechado confianza, y sentir de verdad que las demás no invalidan nuestros sentimientos, pero que verdaramente somos libres para ir eligiendo nuestros senderos, y que todo puede cambiar de un instante al siguiente.
A la tercera pregunta también me decía que de vez en cuando necesito, ser como la hermana pequeña, con Soraya a veces es así ya que en La Loba, yo cuido mucho y necesito ser cuidada. Y divertirme sin demasiada responsabilidad. Con las pequeñas cosas. A veces a su casa en la Tosca la llamamos la pequeña Loba.
Del texto de Ana, y de Susana Ortega, mencionamos la conexión con Démeter y que a partir de esta luna nueva, comienzan los nueve días en los que ella desconsolada buscaba a Perséfone y la Tierra no daba Fruto. Según Ana Rayo, la festividad de Mabon (que según ella es una palabra galesa que significa
Buen Hijo, era un Dios galés que simboliza el principio masculino de la
fertilidad), se celebra la segunda cosecha y es de gran importancia agradecer
al Dios y la Diosa por las bendiciones que nos han dado hasta ahora, y por lo
que hemos cosechado en el camino de nuestras vidas.
Debemos de comulgar con la
divinidad y celebrar la abundancia de bendiciones que trae el solamente estar
viv@s. Según la tradición griega, Démeter, la Diosa de la tierra, entra en un
estado de gran tristeza y luto, ya que su hija Persefone se fue a la tierra del
inframundo ¿raptada?/ para vivir con Hades. Ella comió de la comida del inframundo y debe
quedarse allí por algún tiempo acordado entre Hades y Démeter. Hasta que
Persefone llegue a la tierra, Démeter tendrá la superficie del planeta en
oscuridad y frio, como muestra de su dolor ante la falta de su hija. Se come en
esta festividad la Granada como símbolo del encuentro de Perséfone en el inframundo
con su marido Hades. Tradicionalmente
en este día se comen vegetales, granos, y frutos de la época, en especial los
productos hechos del maíz. El maíz es imperante ya que es un símbolo del Dios
sol y de la abundancia. Curiosamente hay una tradición en la cual se hacen
muñecas de maíz, o corn dollies, las cuales son símbolo de la sexualidad
femenina, de la Diosa madre. Esto se hace con la cubierta de la mazorca de
maíz, las amarras con cordones hasta que haces una forma humana y ahí tienes tu
representación de la Diosa. Puedes guardarla en un lugar que sea seguro para ti
durante todo un año, y en la próxima festividad de mabon, la quemas en el
fuego. Así marcas el comienzo de un nuevo ciclo en tu vida, y permites que la
prosperidad te llene.
Se decoraban las mesas con maíz y cornucopias, como símbolo de prosperidad y
del espíritu de la cosecha. En este día los colores propios de la festividad
son los colores rojos, anaranjados, dorados, marrones, violetas. Estos colores
utilizados en la decoración, velas y vestimenta nos permitirán sintonizarnos
con las energías que en este día son liberadas, ayudando así a que nuestro
ritual sea más efectivo.
En este día, varias deidades son conmemoradas y veneradas, entre ellas pues
tenemos a Démeter, Perséfone y Hades; las Musas, a Dionisio y Baco (deidades
del vino), a la divinidad en su aspecto de madre, a Morgana, la dama serpiente, como también a Thor, Mabon, Hermes, Hotei.
En esta celebración, gozo hacia lo que nos haya traído la
vida, lo que hemos cosechado en este camino de aprendizaje. Agradecimiento: gracia, bendiciones de
la tierra, protección, el dejar malos hábitos o situaciones
atrás, y el buscar en nuestras almas aquello que queramos cambiar o mejorar.
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