Mira lo que hace el aire
con mi cuerpo.
El vendaval se aleja y
pronto acaba mayo.
Los pájaros esperan en sus nidos
y yo camino sola,
conmigo de la mano,
los hombros y la frente descubierta.
Nieves Muriel.
Y de nuevo es mayo, y de nuevo junio y luego julio, y de repente agosto, y como quién no quiere la cosa, llega septiembre y el curso escolar. Fuimos pequeñas, Nieves transitó por la casa hace mil lustros y es bello verla crecer en la distancia y dar voz a esos otros lugares que necesitan tanta voz...
Recrea una visión del mundo y de las relaciones del ser humano desde una mirada de género en la que el Sur está presente en todo momento, y que supone la unión de las dos orillas del Mediterráneo. Para ello, acude a un lenguaje cuidado, a la musicalidad y a la sugerencia de la imagen inteligente, dando como resultado una poesía corpórea que aúna tradiciones, actualidad y genealogía para un nuevo tiempo.
Y yo camino sola, conmigo de la mano, son unos versos que me resuenan. Desde nuestra soledad sonora... a los ecos como ondas esparcidos al mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario