Save Pachamama- Complicidad primate.
Este Cuadro de Peskador- el arte es el arma-, artista visual y contracultural, me ha recordado las aguas envenenadas de las que habla Clarissa Pinkola en su capítulo sobre la creatividad. La LLorona.También en la novela que acabo de releer de Titania Hardy, La Casa del Viento. En ella Maddie, abogada, pelea en un pleito con una empresa por el efecto acumulativo dañino de los niveles tóxicos, y que se reconozca los derechos de las personas y generaciones siguientes dañadas. Al mismo tiempo sale la Toscana, hermosa tierra de pasados etruscos, el Valle Serena...
* El presente y el pasado, San Francisco y La Toscana son los escenarios elegidos por Titania Hardie para "La casa del Viento", una novela publicada en España y planteada por la escritora australiana como la "crónica de un viaje" desde lo racional a lo mágico, del dolor a la esperanza.
* Una reflexión que hará de la mano de Madeline y Mia, dos mujeres muy alejadas en el tiempo y en el espacio -la primera vive en San Francisco en el siglo XXI y la segunda lo hizo en La Toscana en el siglo XIV- pero relacionadas "íntimamente".
Cuando era niña Mia perdió el habla y por tanto la capacidad de expresar sus sentimientos tras ser testigo del asesinato de su madre; varios siglos después Madeline, una joven abogada de ascendencia italiana, se repliega en sí misma tras la muerte en un accidente de tráfico de su prometido, Christopher.
*En este relato de historias entrelazadas, la autora propone "mirar al pasado para entender el presente" en un recorrido que no tiene otro sentido que comprender el significado de la propia vida.
La búsqueda de sus ancestros llevará a Madeline a La Toscana italiana, al mismo lugar "mágico" y "espiritual" donde vivió Mia seiscientos años antes y donde "descubrirá quién es".
La autora compara este viaje a un "peregrinaje", al camino que recorrían los caminantes hacia los lugares sagrados de La Toscana y que en la novela encuentran cobijo en Borgo Santo Prieto.
La villa medieval, que combatió en las últimas décadas del siglo XIV la peste bubónica, es hoy un renovado establecimiento hotelero, localizado en las inmediaciones de la abadía cisterciense de San Galgano al que la autora se retiró para escribir parte de la obra y en el que recibe a un grupo de periodistas.
"Hoy no nos hacemos las mismas preguntas que en el pasado e incluso no estamos seguros de si hay que tener fe o cual hay que tener", dice Hardie, para añadir que Madeline es "una joven con educación" pero pese a su racionalidad en una situación de crisis "necesita algo más".
Además, convencida del poder de la literatura Titania Hardie también ha construido una novela coral que diese voz a las mujeres. "La literatura es potente porque nos da las palabras para acabar con el silencio que durante tantos años se nos ha impuesto, al tiempo que nos permite decir 'no' a situaciones injustas, y muchas voces unidas tienen mucho poder", asegura Hardie.
Dice de sí mismo Peskador: Nací en Santiago de Chile en 1972. Soy un artista visual, muralista, un melómano y un activista visual de formación autodidacta. Combino estás disciplinas para revolver el gallinero y disparar el pensamiento crítico e imaginativo. El andar me trajo a Oakland CA, donde radico, desarrollo y expongo mis guerrillas visuales. Ahora pertenezco al colectivo muralista y de arte callejero CRP bay area (Community Rejuvenation Project) aqui en Oakland CA.
Aquí nuestra amiga se burla un poco, del desastre que armamos cada dos por tres, pero a pesar de ello nos encuentra seres simpáticos aunque un poco atolondrados.
* El presente y el pasado, San Francisco y La Toscana son los escenarios elegidos por Titania Hardie para "La casa del Viento", una novela publicada en España y planteada por la escritora australiana como la "crónica de un viaje" desde lo racional a lo mágico, del dolor a la esperanza.
* Una reflexión que hará de la mano de Madeline y Mia, dos mujeres muy alejadas en el tiempo y en el espacio -la primera vive en San Francisco en el siglo XXI y la segunda lo hizo en La Toscana en el siglo XIV- pero relacionadas "íntimamente".
Cuando era niña Mia perdió el habla y por tanto la capacidad de expresar sus sentimientos tras ser testigo del asesinato de su madre; varios siglos después Madeline, una joven abogada de ascendencia italiana, se repliega en sí misma tras la muerte en un accidente de tráfico de su prometido, Christopher.
*En este relato de historias entrelazadas, la autora propone "mirar al pasado para entender el presente" en un recorrido que no tiene otro sentido que comprender el significado de la propia vida.
La búsqueda de sus ancestros llevará a Madeline a La Toscana italiana, al mismo lugar "mágico" y "espiritual" donde vivió Mia seiscientos años antes y donde "descubrirá quién es".
La autora compara este viaje a un "peregrinaje", al camino que recorrían los caminantes hacia los lugares sagrados de La Toscana y que en la novela encuentran cobijo en Borgo Santo Prieto.
La villa medieval, que combatió en las últimas décadas del siglo XIV la peste bubónica, es hoy un renovado establecimiento hotelero, localizado en las inmediaciones de la abadía cisterciense de San Galgano al que la autora se retiró para escribir parte de la obra y en el que recibe a un grupo de periodistas.
"Hoy no nos hacemos las mismas preguntas que en el pasado e incluso no estamos seguros de si hay que tener fe o cual hay que tener", dice Hardie, para añadir que Madeline es "una joven con educación" pero pese a su racionalidad en una situación de crisis "necesita algo más".
Además, convencida del poder de la literatura Titania Hardie también ha construido una novela coral que diese voz a las mujeres. "La literatura es potente porque nos da las palabras para acabar con el silencio que durante tantos años se nos ha impuesto, al tiempo que nos permite decir 'no' a situaciones injustas, y muchas voces unidas tienen mucho poder", asegura Hardie.
Dice de sí mismo Peskador: Nací en Santiago de Chile en 1972. Soy un artista visual, muralista, un melómano y un activista visual de formación autodidacta. Combino estás disciplinas para revolver el gallinero y disparar el pensamiento crítico e imaginativo. El andar me trajo a Oakland CA, donde radico, desarrollo y expongo mis guerrillas visuales. Ahora pertenezco al colectivo muralista y de arte callejero CRP bay area (Community Rejuvenation Project) aqui en Oakland CA.
Aquí nuestra amiga se burla un poco, del desastre que armamos cada dos por tres, pero a pesar de ello nos encuentra seres simpáticos aunque un poco atolondrados.
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