Al decir de Cristina Laird- y este artículo es de ella-, debemos aprender a mirar desde la contemplación y la oportunidad. La verdad es que no sabemos lo que cada luna llena puede traer, pero sí nos podemos sorprender y enriquecer de la maravillosa poesía astrológica, que analiza los símbolos de estos aspectos cósmicos y sus arquetipos y nos abre puertas a senderos desconocidos, misteriosos, pero también fascinantes y llenos de posibilidades.

Marte en Géminis también forma un trigono a Júpiter, lo que nos dice que nuestra osadía puede pasar los límites de lo responsable y creernos más list@s de lo que somos, por tanto, mantener la mirada en la realidad, en todo momento. Pallas Athena comienza con esta lunación la cuadratura a Plutón y Juno que están juntos en este momento, lo que puede exacerbar las luchas de pareja por defender la independencia y la autonomía, al mismo tiempo que tratando de salvar la relación. Ese extraordinario balance, o mejor dicho, “búsqueda” del balance entre nuestros deseos y nuestra necesidad de estabilidad emocional es el tema de esta lunación, entre otras cosas. Plutón aunque en un aspecto positivo, sigue siendo el ápice de la T-cuadrada cardinal, y en su conjunción con Juno, nos presenta lo que debe cambiar en nuestras relaciones si queremos que continúen, por tanto nos puede ofrecer las herramientas para encontrar ese buscado balance en nuestra psique. Júpiter en Libra, siendo parte de esa T-cuadrada junto con Eris-Urano, ya sabemos que ayudan en este debate y nos recuerdan (especialmente Eris) que a menudo, no es que el otro no nos aprecie o quiera lo suficiente, sino que somos nosotros los que no nos queremos o apreciamos lo suficiente y la importancia de comprender la diferencia.


Yo prefiero llamarle ” el poder de lo femenino”, que tanto terror produce en sus compañeros del sexo opuesto. Esa bestia interna en la mujer, que le permite, crear, trabajar, criar hijos, amar, cuidar, cocinar, pintar, cantar, bailar, estudiar, todo al mismo tiempo, es la magia de la mujer. Las mujeres, conducimos, nos maquillamos, preparamos mentalmente nuestras tesis, cuando llevamos nuestros hijos a la escuela o a las clases de danza o al fútbol, todo esto mientras planeamos el menú de la cena o la reunión del día siguiente. Y lo hacemos porque podemos hacerlo. Tanto Tauro como Escorpio hablan de arquetipos femeninos y del poder oculto de ello. Planea una cena con otras mujeres si puedes en esos días o simplemente una noche romántica con tu pareja y no te dejes preocupar por la aparente intensidad de estas energías, pues todos y cada uno de nosotros las podemos manejar, si simplemente las reconocemos, aceptamos, honoramos y damos expresión de una forma creativa y consciente. Recuerda que es el oscuro y misterioso poder de lo femenino lo que mantiene nuestra especie sobre la faz de la Tierra.











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