Erótica social
¿Crees que la erótica social nos empodera o merma como mujeres?
Es un dato fundacional, es importante tenerla en cuenta, pero no como algo omnipresente cada vez que abrimos la boca. Aunque estando ahí, y sin olvidarla, no hay que objetualizar ni suprimir a la otr@, a las otras, al otro y el misterio y el silencio son necesarios.
¿Qué importancia puede tener, si la tiene, para una sociedad inclusiva, libre, en paz y feliz, la erótica social?
Somos cuerpo y espíritu, la luz tiene formas... es importante respetar la alteridad, reconocerla verla olerla desearla... El ejemplo de Planeta Azul de Jeannette Winterson, ella ama a una androide, a una cabeza parlante, que tiene cerebro... mejillas... yo tengo alrededor a seres con órganos transplantados, con prótesis... amo el misterio de como su ser es en su cuerpo... y eso, ese respeto, esos seres-cuerpo intentando habitarse, aceptar a las otras es la erótica social...
¿Qué es o sería la erótica social para tí? ¿Dónde está? En todo. Habitamos un universo humano a caballo entre la animalidad y la máquina. Me susurran los androides de Blade Runner y eso que me escondo muchas veces en las montañas más profundas, pero tecleo teclas del ordenador para hablaros, veo películas en luces de pantallas, hay teléfonos y módems y ... La erótica está también en los muchos sentidos que no son lo visual, en ese tacto... y para mí sobre todo en esa propiocepción, que precede, antecede, todo lo demás... si estoy centrada puedo salir hacia el afuera, porque hago suelo en mí y desde ahí camino hacia la otra. Si no tengo suelo en mis sensaciones, mi cuerpo, no podré caminar y todo lo que haré será proyectar fantasmas, migajas de mi mismidad sobre el mundo. Byung-Chul Han en La Agonía del Eros, habla de la erosión de la otr@, que tiene lugar en todos los ámbitos de la vida y va unida a un excesivo narcisismo de la propia mismidad. Vivimos en una sociedad que se hace cada vez más narcisista. La Libido se invierte sobre todo en la propia subjetividad. El narcisismo no es ningún amor propio. El sujeto narcisista no puede fijar claramente sus límites. El mundo se le presenta sólo como proyecciones de sí mism@.
Eros y depresión son opuestos entre sí. La erótica social es seguir dejando lugar a un espacio desconocido, al misterio... a que hay parcelas que desde un suelo conocido no son lo mismo y que quizá me susurren o me hieran.. La mayoría de personas están agotadas y fatigadas de sí mismas (y de las opciones que les da la vida), no pueden imaginar otras vivencias, no pueden acceder a un registro vivo. Carecen de mundo y están abandonadas por las otras. La erótica social para mí, es sabernos plenas, y desde ahí desde nuestro suelo nutricio, saber que a veces hay dedos de pulpos, vieras o puercoespines, que nos pueden rozar, atraer, contar otras historias.
Dice Levinas. El amor no es una posibilidad. No se debe a nuestra iniciativa, es sin razón, nos invade y nos hiere. Yo diría, después de mucha vida combatiendo el enamoramiento, que el ser atravesadas, no por una pasión, sino por el aroma de una ajenidad que nos atraviesa y nos canta... es algo necesario para no morir. No morir de lo mismo. Y no con el mito de la complementariedad, y no con el mito de la incompletud... sino porque la repetición de lo mismo al infinito es la muerte.
Es un dato fundacional, es importante tenerla en cuenta, pero no como algo omnipresente cada vez que abrimos la boca. Aunque estando ahí, y sin olvidarla, no hay que objetualizar ni suprimir a la otr@, a las otras, al otro y el misterio y el silencio son necesarios.
¿Qué importancia puede tener, si la tiene, para una sociedad inclusiva, libre, en paz y feliz, la erótica social?
Somos cuerpo y espíritu, la luz tiene formas... es importante respetar la alteridad, reconocerla verla olerla desearla... El ejemplo de Planeta Azul de Jeannette Winterson, ella ama a una androide, a una cabeza parlante, que tiene cerebro... mejillas... yo tengo alrededor a seres con órganos transplantados, con prótesis... amo el misterio de como su ser es en su cuerpo... y eso, ese respeto, esos seres-cuerpo intentando habitarse, aceptar a las otras es la erótica social...
¿Qué es o sería la erótica social para tí? ¿Dónde está? En todo. Habitamos un universo humano a caballo entre la animalidad y la máquina. Me susurran los androides de Blade Runner y eso que me escondo muchas veces en las montañas más profundas, pero tecleo teclas del ordenador para hablaros, veo películas en luces de pantallas, hay teléfonos y módems y ... La erótica está también en los muchos sentidos que no son lo visual, en ese tacto... y para mí sobre todo en esa propiocepción, que precede, antecede, todo lo demás... si estoy centrada puedo salir hacia el afuera, porque hago suelo en mí y desde ahí camino hacia la otra. Si no tengo suelo en mis sensaciones, mi cuerpo, no podré caminar y todo lo que haré será proyectar fantasmas, migajas de mi mismidad sobre el mundo. Byung-Chul Han en La Agonía del Eros, habla de la erosión de la otr@, que tiene lugar en todos los ámbitos de la vida y va unida a un excesivo narcisismo de la propia mismidad. Vivimos en una sociedad que se hace cada vez más narcisista. La Libido se invierte sobre todo en la propia subjetividad. El narcisismo no es ningún amor propio. El sujeto narcisista no puede fijar claramente sus límites. El mundo se le presenta sólo como proyecciones de sí mism@.
Eros y depresión son opuestos entre sí. La erótica social es seguir dejando lugar a un espacio desconocido, al misterio... a que hay parcelas que desde un suelo conocido no son lo mismo y que quizá me susurren o me hieran.. La mayoría de personas están agotadas y fatigadas de sí mismas (y de las opciones que les da la vida), no pueden imaginar otras vivencias, no pueden acceder a un registro vivo. Carecen de mundo y están abandonadas por las otras. La erótica social para mí, es sabernos plenas, y desde ahí desde nuestro suelo nutricio, saber que a veces hay dedos de pulpos, vieras o puercoespines, que nos pueden rozar, atraer, contar otras historias.
Dice Levinas. El amor no es una posibilidad. No se debe a nuestra iniciativa, es sin razón, nos invade y nos hiere. Yo diría, después de mucha vida combatiendo el enamoramiento, que el ser atravesadas, no por una pasión, sino por el aroma de una ajenidad que nos atraviesa y nos canta... es algo necesario para no morir. No morir de lo mismo. Y no con el mito de la complementariedad, y no con el mito de la incompletud... sino porque la repetición de lo mismo al infinito es la muerte.
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