Luna llena de Piscis en Virgo


Días de soledad tranquila, un poco desolada por los vínculos- ¿ráfagas de heridas eternas?, un poco alegre con los pequeños detalles, el sol, el poder dormir y tener ganas de ello, el agradecimiento por los gestos de cuidado y de generosidad. ayudar a comprar una botella de butano, comprar leña a medias para compartir una velada, compartir un viaje cuando no se tiene coche... Cansada de lo que cuesta todo, agradecida de la abundancia del universo... Conversaciones por teléfono, comer con mi hermana Mónica el sábado, tomar una copa de buen vino, paseos con Blanca, temperaturas cambiantes- frío y calor, chimenea y piscina... Hoy he encontrado este poema en uno de los correos que me esperaban...

La luna nos ama
Con sus pellizcos
Y sus mordiscos,
La luna nos quiere
Ver amándonos en el bosque,
En las fuentes heladas...
En la cocina de la loba.
La luna nos desea
Entre sábanas limpias
Entre celosías que reflejan
Tu mirada sagaz.
La luna nos abraza
Entre ditirambos
Y neuronas espejo.

La angularidad Piscis-Virgo, iluminada por esta Luna Llena que estamos viviendo, nos ayuda a ver quizás con más claridad, (ya que las noches de Luna Llena son las más iluminadas), las partes más oscuras de nuestra psique, para que podamos tomar consciencia de nuestras contradicciones internas.
Donde caiga en tu carta astral el stellium de planetas en Piscis, es quizás la zona de tu vida que necesita ser revisada, aclarada, iluminada para poder de alguna forma salir de una eterna confusión, una eterna búsqueda del camino de vuelta a casa. La conexión (Piscis) con aquello que nos une a Todos, que nos pone en contacto con el “verdadero Hogar”, ese lugar, que nos permite disolvernos, dejar ir de nuestro ego y sentirnos Unidos a algo mucho más grande y protector. Donde la lucha individual ya no existe, sino que se disuelve en la inmensidad del Todo.
El Sol se encuentra a casi 6º de Neptuno que a su vez está a 0º de Ceres o Démeter, la Madre. El nombre Démeter, significa “la materia”, lo que tiene forma, lo sólido. Ceres, junto a Juno y a Vesta, son hijas de Saturno, como lo son Júpiter (Zeus), Neptuno (Poseidón) y Plutón (Hades). Démeter y Persefone forman el dúo de la relación Madre-hija. Ella representa la madre que alimenta, que cuida (Cáncer) que no quiere que sus hij@s crezcan, para no dejar de ser madre. Así como Juno, busca sentirse completa a través de la pareja, Ceres lo hace a través de sus hij@s. Convirtiéndose en madre le permite sentirse completa como si finalmente estuviese viviendo su propósito en la vida. Pero l@s hij@s crecen y marchan, dejando a Ceres en camino a recuperarse como mujer, o como persona.
Aunque Quirón se encuentra a casi 10º de esta conjunción Sol-Neptuno-Ceres, la Luna,  sólo unas horas después de formarse exactamente llena, desde Virgo, se acercará a Júpiter y juntos iluminarán al Centauro divino, activando por tanto, las energías curativas y sabias de éste, que pueden traer consciencia a aquello de lo cual nos estamos separando o al ciclo que de alguna forma esté terminando en nuestras vidas, para mostrarnos todo lo que hemos aprendido en el proceso y lo que está a punto de comenzar. Quirón nos traerá ráfagas de sentimientos de heridas eternas, que nos hablan de lo más profundo de nuestra psique, permitiéndonos verlas con más claridad, para poder entablar un diálogo con esa parte que nos duele y que necesitamos curar. La cuadratura Urano-Plutón que tanto nos ha afectado desde el 2010-12, vuelve a estar a 1º de orb, por tanto nos vuelve a recordar que el cambio y la evolución son inevitables y deseables. Todos lo que no progresa se pudre y muere. No importan cuanto nos gustaría retener momentos, gente, amores, hijos, éxitos, juventud, todo evoluciona y debemos seguir cambiando. Cuanto más te resistes al cambio, más difícil será esta Luna Llena que nos muestra que hagamos lo que hagamos todo sigue su curso, y el único camino es la renovación y la curación.
Saturno hace una cuadratura a esta lunación desde su camino por Sagitario, por tanto, nos resulta difícil, darle forma a nuestros anhelos en este momento. La respuesta está en seguir el consejo saturnino y hacerlo todo, muy de acuerdo con lo establecido, a través del trabajo con consciencia  y por sobretodos las cosas, lo legal, sin ir por atajos que luego nos costarán mucho más caros. Sin embargo, el consejo desde Piscis, es:  confía en tu intuición, confía en lo que te grita el corazón y saca tus propias conclusiones.
La certeza interna, la intuición, para poder cambiar el mundo nos es muy importante....Usa la energía de esta Luna Llena para comprender qué es aquello que tu alma anhela y que tanto te cuesta convertir en realidad. Busca la forma de darle expresión a las demandas de tu corazón de una forma práctica y concreta y por encima de todo, de acuerdo con tus posibilidades. Neptuno y el Sol en unión a él en Piscis nos conecta con lo etéreo, con nuestros anhelos más profundos, la Luna en Virgo y Saturno en Sag, nos piden darle forma. Tu propia creatividad te dirá como hacerlo. (Detalle de filigranas mudéjares en San Pedro, Teruel).
Y seguimos con María Magdalena que nos alegra el corazón: Una leyenda del siglo IV sostiene que María Magdalena, huyo de la Palestina ocupada por los romanos. Huyó por que su vida estaba en peligro, buscando un lugar seguro en la Galia. La leyenda también relata  que predicó el evangelio en Marsella. Que con María Magdalena viajaban vari@s acompañant@s. Que la barca llegó a  Ratis, en la costa de la Galia, en el año 42 DC. En esa época, Ratis era una isla frente a la costa en cuyo templo la Diosa había sido adorada durante cientos de años.
Al acercarnos a Saintes Maries de la Mer, ciudad donde se piensa que desembarcaron, encontraremos una iglesia dedicada a tres Marías: Maria Salome, Maria Magdalena, y María Jacobi. Estas tres mujeres (con algún acompañante más) desembarcaron en una playa cercana. Sara, una de los acompañantes de la barca cuyo  nombre significa “princesa” en hebreo, es descrita como una niña de unos diez años y de tez morena. Esta parte de la leyenda es la base para la extendida creencia que una hija de María Magadalena y Jesús sobrevivió y fue llevada con su madre a la Galia.

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