Casa Escuela La Loba: El principito, Paz, y la formación como Moon Mother

Cuando el Principito le dijo a su rosa que se marchaba la ausencia de reproches fue lo que más le desconcertó. Coincidimos mucho ese pequeño enano y yo. Entre tú y yo hay un mar de diferencias, diferencias de cultura de la forma de vivir, de hacer, de afrontar...A ti y a mi, nos une la voluntad ferréa por lo que queremos, el tesón por intentar las cosas y una y mil veces más, cambiando de camino hasta poder andar.

No sé si el camino de cada una nos hará coincidir o no, he aprendido que no se fuerzan los destinos. Sea como sea, me alegro de conocer a una mujer de piel morena y ojos marrones que vive en medio de un valle cerca del río, que no es perfecta ni sale de un cuento de hadas, sino que es de coraje y piel.

En diciebre 2014, una principita me escribió eso. Hoy la rosa le diría que muy bien, pero que a ella le salen alas, y no siempre estará. Será lo que sea, pero ella también es principita. No es fácil cuando se tienen ganas y el universo se confabula para no encontrarse o sólo de determinadas maneras y a frecuencias insospechadas. El tiempo dedicado a la rosa no es tiempo perdido. Ni el tiempo de las amazonas ni el de Maria Magdalena... multiversos en acción. Ahora bien habitamos multiversos y quién sabe si volveremos a encontrarnos. Aunque la memoria energética de lo vivido se lleva dentro.

Cerquita de nosotr@s en la versión que sea. Entonces estaban cambiando las ruedas a mi coche, mi propulsor espacial para cambiar de mundos. Y ello fue vivido como regalo a mi propia integridad, a mi salud y a mi seguridad. La rosa se cuida, también tengo una bella libreta nueva además de este blog al que le dedico muchos mimos últimamente. Ahora me quedan un par de dias hasta la fecha de la itv, y también el coche tendrá que ir mañana a ser mimado.
Y ahora hablemos de la formación en la bendición del útero de Miranda Gray. La formación en la Bendición del Útero es un curso certificado de 2 días que conecta con la energía de la Bendición del Útero a través de la iniciación de “Moon Mother” (Madre Luna), enseña cómo dar la Bendición del Útero a otras mujeres y muestra la esencia de la espiritualidad que contiene la meditación de la Bendición del Útero, explica cuales son los mejores momentos para dar dicha Bendición y algunos de sus efectos y presenta una técnica sencilla de autosanación.
Se aprende también a dar una Sanación del Útero (una práctica para apoyar la Bendición del Útero). La iniciación de “Moon Mother” que se recibe el primer día del curso, es un regalo de las energías sanadoras de lo Divino Femenino, que permite que seas un canal para estas vibraciones y ayuda a limpiar y transformar tus propios patrones. Aprenderás a dar la Bendición del Útero a otras mujeres. Cada vez que una mujer recibe esta transmisión, su propia sanación y su conexión con las energías de lo Sagrado Femenino en ella se profundizan. También podrá acceder a esta energía para su propia sanación y crecimiento personal. El segundo día se aprende también una secuencia práctica que te permite dar la Sanación de Útero a otras mujeres, a las que les ayudará a sanar su feminidad y su centro energético uterino o “Santo Grial”. Habrá mucho tiempo para practicar. Una se convierte en una “Moon Mother” (Madre Luna) registrada. Al final del curso serás una “Moon Mother” registrada y podrás dar la bendición del Útero y Sanaciones del Útero. El curso está certificado y se recibe un manual de apoyo.Trabajar con las energías de la Bendición del Útero nos cambia y cambia nuestras vidas. Ser una “Moon Mother” es un camino para traer las energías espirituales de lo Divino Femenino a nuestras vidas cotidianas, y para conectar a las mujeres en una única familia amorosa, espiritual y femenina. Cada Bendición del Útero es un poderoso regalo de sanación, y se puede dar tan a menudo como sea necesario. Se puede utilizar la Bendición del Útero como parte de tu trabajo terapéutico, como parte de tu camino espiritual o simplemente para ayudar a otra/s.

Y para acabar, un homenaje a los seres vivos no bípedos... y por Blanca que ahí está esperándome...