La luna llena del 5 Marzo: luna llena sanadora
Desde Venezuela, Pedro González Silva añade: El jueves 5 de marzo es el día central de la Luna Llena,). El Sol, desde Piscis, ilumina con toda intensidad la esfera lunar
que se ubica en el signo opuesto, es decir, Virgo.Cuando se produce una Luna Llena entre los signos de Virgo y Piscis, se
despiertan y destacan las cualidades de servicio público, caridad,
sanación tanto física como mental y espiritual, limpieza, purificación,
conexión con el más allá, fortalecimiento de la fe y disposición al
trabajo.
Con esta Luna, nuestro mundo psíquico y emocional se remueve desde lo más interno de nuestro ser, para sanar traumas del pasado, purificarnos de nuestro “karma”; nuestro “yo esencial”, al recibir esta purificación, se capacita para prestar ayuda a otros.
Al estar esta Luna Llena en contacto con Quirón, astro al que llaman “el sanador herido”, nos dispone a ayudar a los demás con la experiencia que dan nuestros propios contratiempos; y al hacerlo se produce una retroalimentación que nos ayuda a nosotros mismos a sanar nuestras propias situaciones difíciles.
Es por tanto una Luna Llena sanadora. Claro, su influencia no se da de manera automática; debemos hacer un trabajo de toma de conciencia. La tendencia cósmica nos ayuda a fluir mejor en ese propósito, pero no hará el trabajo por nosotr@s.
Cuando hablamos de sanar, nos referimos a cualquier situación que afecta nuestras vidas, nuestras emociones, y sin dejar de lado el aspecto físico, Pero es importante primero, desde la perspectiva de lo que podemos hacer por nosotros mismos, enfrentar lo que nos pueda estar aquejando desde el punto de vista emocional y espiritual, pues lo físico es un reflejo de esos otros dos aspectos.
Es un momento favorable para mejorar nuestros hábitos alimenticios; no solo lo que comemos, sino la forma como comemos. Bendigamos los alimentos y tratemos de ingerirlos en un ambiente de paz y serenidad.
Estamos en el ciclo mensual donde el Sol transita por Piscis, y es un tiempo para cerrar etapas, para concluir lo que tenemos pendiente, es un momento en el que hacemos un alto a nuestras actividades para reflexionar, ir al interior de nosotros mismos y analizar cuáles fueron los efectos de nuestras acciones pasadas, con el objeto de tomar consciencia y trascender los errores, con miras a un próximo renacimiento, a la inminente llegada de un nuevo ciclo al cual tenemos que llegar ligeros de cargas.
Este es el ciclo del “karma”, en que todo aquello que hicimos, llega como efecto a nuestras vidas y nos recuerda qué hemos hecho bien y qué hicimos mal, y sólo con una adecuada disposición a aceptar los hechos tal y como llegan, y proponiéndonos enmendar errores, concluir etapas que ya no tienen sentido en nuestras vidas, y preparándonos para trascender este estado de cosas hacia un nuevo ciclo de mayor evolución y conciencia, podemos darle sentido positivo a nuestro “karma”, pues eso significará que hemos aprendido una lección y somos hoy día más sabios.
En Luna Llena estamos más proclives a que aquello que almacenamos en el subconsciente aflore, y al hacer consciencia podemos lograr cambio de hábitos, pues salen a la superficie de nuestra mente viejos temores, traumas o fobias, dándonos la oportunidad de limpiarnos y sanarnos. Ese es el trabajo al que me refiero que tenemos que hacer.
Es favorable la meditación encarar nuestro mundo interno, hacer una revisión profunda de aquellas conductas que perjudican nuestro avance en la vida, conocer y comprender nuestros miedos para cabalgarlos, y producir cambios de hábitos en las áreas de nuestra vida que así lo requieran.
Con la influencia de Quirón en esta Luna Llena, no podemos envolvernos en la autocompasión: es el momento de entender que los demás son un espejo de lo que somos nosotros, y que muchas de las cosas que podemos aconsejar a los demás, o lo que podemos hacer por los demás, es una clave para ayudarnos a nosotr@s mism@s.
El ambiente cósmico está, además, favorable para provocar, en cada uno de nosotros en lo individual y en lo colectivo, un cambio en el estado de ánimo, una renovación que nos lleve a actuar, a conectarnos con el entusiasmo; no debemos esperar que algo ocurra para que eso pase; se trata de una disposición que viene de nuestro ser interno, que nos lleva a reaccionar, a dar el paso que nos lleve a iniciar con ánimo todo aquello que queremos emprender.
Venus en Aries hace en estos momentos conjunción con Urano, es decir, están juntos en un mismo punto, y además, contactando en un ángulo de 90 grados (cuadratura) a Plutón, de manera que nuestro mundo afectivo y nuestras relaciones humanas, están por experimentar intensos cambios, procesos renovadores muy marcados; está muy favorecida una “limpieza” afectiva que nos cure de resentimientos, rabias y situaciones agobiantes, pero debemos pasar por ciertas situaciones extremas para luego romper con todo aquello que nos hace peso emocional.
Además, Júpiter desde Leo, también se contacta con Venus, Urano y Plutón, y por si fuera poco, todos ellos estarán contactados con la Luna Llena. Júpiter magnificará todo lo que estamos sintiendo, marcará una influencia expansiva que nos llevará a sacar todo lo que llevamos dentro, tal vez de manera algo exagerada y por tanto sorpresiva o llamativa
Júpiter, además, será la punta de un “Dedo de Dios” que se forma en ese momento de la Luna Llena; es decir, el Sol se contacta con Plutón en un ángulo de 60 grados (sextil), y ambos contactan a Júpiter en un ángulo de 150 grados (quinconcio), formando en el cielo un triángulo alargado, un “Dedo de Dios”.
El Sol nos llama a contactarnos con nuestra esencia, nuestra conciencia superior, nuestros propósitos de vida, y Plutón nos mueve a una transformación profunda para dar brillo a nuestra ser interno, y luego de ese proceso, podemos apuntar conscientemente, conectarnos o reconectarnos con la energía superior de Júpiter, o Zeus, el Dios del Olimpo, el líder, el arquetipo del éxito.
Esta Luna Llena será un drenaje muy poderoso de emociones nocivas, y que nos llevará a una profunda limpieza emocional. Tiempo de sanar. Hagamos el trabajo.
Con esta Luna, nuestro mundo psíquico y emocional se remueve desde lo más interno de nuestro ser, para sanar traumas del pasado, purificarnos de nuestro “karma”; nuestro “yo esencial”, al recibir esta purificación, se capacita para prestar ayuda a otros.
Al estar esta Luna Llena en contacto con Quirón, astro al que llaman “el sanador herido”, nos dispone a ayudar a los demás con la experiencia que dan nuestros propios contratiempos; y al hacerlo se produce una retroalimentación que nos ayuda a nosotros mismos a sanar nuestras propias situaciones difíciles.
Es por tanto una Luna Llena sanadora. Claro, su influencia no se da de manera automática; debemos hacer un trabajo de toma de conciencia. La tendencia cósmica nos ayuda a fluir mejor en ese propósito, pero no hará el trabajo por nosotr@s.
Cuando hablamos de sanar, nos referimos a cualquier situación que afecta nuestras vidas, nuestras emociones, y sin dejar de lado el aspecto físico, Pero es importante primero, desde la perspectiva de lo que podemos hacer por nosotros mismos, enfrentar lo que nos pueda estar aquejando desde el punto de vista emocional y espiritual, pues lo físico es un reflejo de esos otros dos aspectos.
Es un momento favorable para mejorar nuestros hábitos alimenticios; no solo lo que comemos, sino la forma como comemos. Bendigamos los alimentos y tratemos de ingerirlos en un ambiente de paz y serenidad.
Estamos en el ciclo mensual donde el Sol transita por Piscis, y es un tiempo para cerrar etapas, para concluir lo que tenemos pendiente, es un momento en el que hacemos un alto a nuestras actividades para reflexionar, ir al interior de nosotros mismos y analizar cuáles fueron los efectos de nuestras acciones pasadas, con el objeto de tomar consciencia y trascender los errores, con miras a un próximo renacimiento, a la inminente llegada de un nuevo ciclo al cual tenemos que llegar ligeros de cargas.
Este es el ciclo del “karma”, en que todo aquello que hicimos, llega como efecto a nuestras vidas y nos recuerda qué hemos hecho bien y qué hicimos mal, y sólo con una adecuada disposición a aceptar los hechos tal y como llegan, y proponiéndonos enmendar errores, concluir etapas que ya no tienen sentido en nuestras vidas, y preparándonos para trascender este estado de cosas hacia un nuevo ciclo de mayor evolución y conciencia, podemos darle sentido positivo a nuestro “karma”, pues eso significará que hemos aprendido una lección y somos hoy día más sabios.
En Luna Llena estamos más proclives a que aquello que almacenamos en el subconsciente aflore, y al hacer consciencia podemos lograr cambio de hábitos, pues salen a la superficie de nuestra mente viejos temores, traumas o fobias, dándonos la oportunidad de limpiarnos y sanarnos. Ese es el trabajo al que me refiero que tenemos que hacer.
Es favorable la meditación encarar nuestro mundo interno, hacer una revisión profunda de aquellas conductas que perjudican nuestro avance en la vida, conocer y comprender nuestros miedos para cabalgarlos, y producir cambios de hábitos en las áreas de nuestra vida que así lo requieran.
Con la influencia de Quirón en esta Luna Llena, no podemos envolvernos en la autocompasión: es el momento de entender que los demás son un espejo de lo que somos nosotros, y que muchas de las cosas que podemos aconsejar a los demás, o lo que podemos hacer por los demás, es una clave para ayudarnos a nosotr@s mism@s.
El ambiente cósmico está, además, favorable para provocar, en cada uno de nosotros en lo individual y en lo colectivo, un cambio en el estado de ánimo, una renovación que nos lleve a actuar, a conectarnos con el entusiasmo; no debemos esperar que algo ocurra para que eso pase; se trata de una disposición que viene de nuestro ser interno, que nos lleva a reaccionar, a dar el paso que nos lleve a iniciar con ánimo todo aquello que queremos emprender.
Venus en Aries hace en estos momentos conjunción con Urano, es decir, están juntos en un mismo punto, y además, contactando en un ángulo de 90 grados (cuadratura) a Plutón, de manera que nuestro mundo afectivo y nuestras relaciones humanas, están por experimentar intensos cambios, procesos renovadores muy marcados; está muy favorecida una “limpieza” afectiva que nos cure de resentimientos, rabias y situaciones agobiantes, pero debemos pasar por ciertas situaciones extremas para luego romper con todo aquello que nos hace peso emocional.
Además, Júpiter desde Leo, también se contacta con Venus, Urano y Plutón, y por si fuera poco, todos ellos estarán contactados con la Luna Llena. Júpiter magnificará todo lo que estamos sintiendo, marcará una influencia expansiva que nos llevará a sacar todo lo que llevamos dentro, tal vez de manera algo exagerada y por tanto sorpresiva o llamativa
Júpiter, además, será la punta de un “Dedo de Dios” que se forma en ese momento de la Luna Llena; es decir, el Sol se contacta con Plutón en un ángulo de 60 grados (sextil), y ambos contactan a Júpiter en un ángulo de 150 grados (quinconcio), formando en el cielo un triángulo alargado, un “Dedo de Dios”.
El Sol nos llama a contactarnos con nuestra esencia, nuestra conciencia superior, nuestros propósitos de vida, y Plutón nos mueve a una transformación profunda para dar brillo a nuestra ser interno, y luego de ese proceso, podemos apuntar conscientemente, conectarnos o reconectarnos con la energía superior de Júpiter, o Zeus, el Dios del Olimpo, el líder, el arquetipo del éxito.
Esta Luna Llena será un drenaje muy poderoso de emociones nocivas, y que nos llevará a una profunda limpieza emocional. Tiempo de sanar. Hagamos el trabajo.
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