La piedra y el centro. Sincronicidades.

Estoy leyendo la propuesta de Isabella del Viaje a la Francia Cátara y El elixir de Maria Magdalena del 23 al 29 Agosto del 2015.

 y leo: Meditaremos en lugares conectados con Isis, Lemuria, El Arcángel Miguel y El Dragón. Trabajaremos con El Dragón a Nivel Interior para que nuestro Ego camine al Servicio de Nuestro Corazón y un Bien Mayor. Hay muchas sincronicidades y sinergias con las propuestas de Isabella. Ayer con su envío de energía desde Avalón con este eclipse noté muchas cosas... quizá se hayan incrementado las conexiones todavía más. Yo siento que desde ese 1 de Noviembre en el que hice la iniciación algo se ha activado en mí que estaba un poco adormecido y se ha "reseteado" a una mayor juventud y equilibrio. Ha sido una progresión ascendente desde el año nuevo celta, el solsticio de invierno con Miranda con la iniciación de Moon Mother, ahora...

Llevo tiempo trabajando con l@s Dragon@s, sintiendo que este barrio tiene que ver con ello, que este valle tiene que ver con la energía de la diosa y de San Miguel- que "domestica" a los dragones. Y trabaja por tanto con las sombras. Hoy me ha salido en la baraja de arcángeles de Doreen Virtue, el arcángel Raziel: Retoma tu poder. Usa el poder y las intenciones que has recibido de la Divinidad para beneficiarte de ellas en esta vida. Tú eres una luz, una sabia, una erudita, una sacerdotisa, una maga y una maestra de la manifestación.Ya es hora de que concentres tu fuerza y tu poder es`pirituales y hagas uso de tu autoridad. Con amor y voluntad transforma tus intenciones en realidad. Haz plegarias y pide las instrucciones y los signos para perfeccionar tus manifestaciones a un nivel lo más elevado posible.

Ahora me apetece compartir un texto de Jose Angel Valente de La piedra y el centro- libro que fue muy importante cuando estudiaba las carreras, y que ya me definía como mística. Que no ritualista, ni de grandes folklores... la experiencia unitiva del alma: la salida o éxtasis, elemento desencadenante y constitutivo de toda experiencia mística, es un proceso de descondicionamiento del alma en el que ella va reduciéndose a su solo centro, que ha de vaciarse de toda forma o imagen creada para que en el alma, ya de sí salida, se llene ese centro vacío con la plenitud de lo que no tiene forma ni imagen y encierra a su vez la potencialidad infinita de todas las formas de la creación.