Cuando añoro Tamera...

 
Normalmente me siento conectada a Tamera, como si los tiempos allí me hubieran hecho sentir una parte del corazón y del campo mórfico perpetuamente en vibración. Esta mujer de la gran sonrisa, Sabina,  siempre me recibe con calor e invita a no sólo estar desde el trabajo, sino desde el gozo.
Cuando siento que algo se resquebraja en mi interior, veo las fallas, los tiempos que costó crear y el trabajo y fe que cuesta mantener ese campo vibratorio allí, y el esfuerzo por construir una prototribu que estamos realizando aquí... y algo se reconcilia y reconecta a esa parte de mi familia de alma.
También el trabajo de círculos de mujeres sea donde sea, afecta a mi campo vibratorio, y agradezco al círculo matríztico el trabajo que estáis realizando allá. Tengo a familia ahora en Argentina, y en Neuquén ancestros y linajes bailan de la mano. Hoy he estrenado un molino de arroz, de cereales, que me trajeron de Argentina hace unos años... Foto del círculo ApuTupaHue.




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