Cuando pego al balón, libero endorfinas...
MANIFIESTO Del transfemifestesportiu
“A las chicas se os da peor el deporte”; “vaya maricona”; “tienes que
hacerlo así, ¿te ayudo?”; “juega como una nenaza”; “el fútbol es para
chicos”; “a las tías se os da mejor las cosas más finas”; “esa tía
parece un tío de lo fuerte que está”; “mira, carne fresca. ¡Va!, pocas
tetas y mucho culo.”; “esto una mujer no puede hacerlo, no es apropiado,
pero es que aparte por su constitución física no puede”; “esas son
todas unas marimachos”; “es que su novio hace ese deporte, por eso ella
también”; “deberías ir al gym, te está saliendo tripa”; “¿es un tío o
una tía?”; “vaya cuadro, se ha maquillado para entrenar”. Cientos de
parques, campos, gimnasios, rocódromos, calles, piscinas inundados y
desbordados de tanta machirulada. Tantos espacios en los que nos
sentimos incómodxs, observadxs, juzgzdxs. Hartxs nos tienen!En una sociedad en la que el deporte fue construido por y para hombres como una herramienta para la promoción de ciertas capacidades físicas y para la transmisión de determinados valores, mujeres, lesbianas, trans y otras corporalidades oprimidas por el heteropatriarcado se han visto, a lo largo de sus trayectorias, desprovistas de cualquier referente valorado positivamente, de cualquier tipo de agencia; se han enfrentado a innumerables trabas y obstáculos, auténticos retos y barreras atroces; se les ha negado o no se les ha fomentado la participación en unas actividades que favorecen las relaciones colectivas y empoderan los cuerpos; se ha discriminado y estigmatizado a aquellxs que han subvertido su rol de pasividad y se han calzado las zapatillas y los guantes de boxeo.
El deporte está infectado de patriarcalidad hasta en el sudor. Es uno de los principales instrumentos de socialización y empoderamiento corporal, que muchas de nosotrxs hemos vivido en la distancia, en el conflicto y en el no me encuentro. Las ausencias, silencios y discriminaciones que impone la heteronormatividad obligatoria sobre mujeres, bolleras y trans en el deporte, en sus múltiples niveles y esferas, es de lo que nacen las ganas de juntarnos y construir estas jornadas y sobre todo, las ganas de crear un forma de practicar deporte de otro modo, en un espacio de seguridad y con amor.
La importancia de conformar espacios autónomos y autogestionados que pongan fin a represiones corporales, socializaciones de la quietud y la pasividad, dinámicas binaristas y fóbicas, hostilidades infantiles y adultas, hipersexualización hegemónica de modelos deportivos, sexismos y falta de motivaciones para autogenerarnos endorfinas colectivas, sustenta la base y el lei motiv de este encuentro. Estamos emperradxs en okupar y reapropiarnos de espacios y de nuestros cuerpos a través de diversos deportes propuestos desde nosotrxs y sin tener que soportar que alguien nos tenga que tolerar, permitir, enseñar, tocar, explicar, mirar, juzgar… de un modo no deseado y por supuesto sin decidirlo. Así mismo, nos gustaría generar un espacio en el que debatir experiencias, situaciones que hemos vivido y cualquier tema propuesto relacionado con lo que consideremos que sea para nosotras deporte; empoderarnos a través de actividades colectivas de contacto; crear redes para futuros encuentros; construir herramientas que algunxs consideramos que nos son escasas en este ámbito para la adquisición de un auto-conocimiento de nuestro propio cuerpo; crear espacios para la lucha y la participación política; y sobre todo reventarnos a gozar del deporte.
¡¡JUNTXS, EN FORMA CONTRA EL PATRIARCADO!!
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