Llevo un tiempo en el que la vida me brinda experiencias, que piden una atención con intensidad. ¿Y el resto de las otras cosas de la vida? ¿Cómo se hace? ¿Cómo estar conectada y soltar de vez en cuando? ¿Cómo ocuparse y no preocuparse?
En el Mago de Oz, Dorothy se va encontrando diferentes arquetipos de masculinidad- el espantapájaros, el hombre de hojalata y el león cobarde. Javier dibujó un hombre de hojalata que a veces pongo en el altar como ahora. También viajó conmigo a Tamera en el 2012.
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=pIvaqq6BiNg
Este es un link a la canción de Somewhere over the rainbow. El otro día Paz me decía que cuando se convive con personas más mayores empiezas a pensar cual de sus objetos te gustaría que fueran para tí. Como aún tengo abuela, como me dicen, madre y padre de clanes bien avenidos. no estoy del todo familiarizada en el corazón a perder a los seres queridos. Y quizá no sea así, quizá haya un tiempo de calidad de vida más disminuida, pero de vida, al fin y al cabo.
Hace un tiempo la película de Isabel Coixet, Mi vida sin mí, me hizo plantearme como sería ese tiempo, esos hilos dejados para el futuro. El abrazo del barrio, los Tara-Tarra, la energía de su casa cerca de la Loba, su amistad y cariño, mi amistad y mi cariño, es algo que es como el aire ahora. Abajo, Ayla Del Clan del oso cavernario. La montaña, el río, la apertura. Nuestras tierras del borde, el barranco de los lobos, las huertas donde se acerca el abuelo jabalí... Las rosas de los jardines, nuestras huertas, los pájaros en primavera, el olor a humo de las chimeneas, el saber que puede haber un plato de comida caliente si una no tiene ganas de cocinar o pasa algo... Familiaridad, manada, apoyo, profunda y renovada amistad de lo pequeño.
Y para acabar este post, que es un canto de ternura, unas rosas rosas por el tiempo que quede...
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