23 Octubre. Luna nueva y eclipse solar.
A veces unos días antes, lo tengo todo claro y unos dias después cuando está pasando, me pasa que se me ha olvidado la explicación y lo vivo como si solo me estuviera pasando solo a mí, ese dolor, ese mal momento. He estado con un dolor muy agudo de oido y mucha fiebre todo el jueves. Y hoy me he sorprendido cuando Ana me ha hablado del eclipse como si no hubiera ya hablado de ello. Más me meto en el aquí y ahora y ahí vamos.
Siguiendo a Cristina Laird, hablamos de este eclipse en particular. Cada 19 años los eclipses se repiten alrededor de los mismos grados de un signo. Éste en particular, que ocurre a 0º Escorpio 24′, tuvo su Mellizo por así decirlo el 23 de Octubre 1995. Por supuesto que el resto de los planetas no estaban iguales, pero sí afectó la misma zona de tu carta astral que el de ahora. Una luna nueva que además es un eclipse de Sol, hace que por unos pocos minutos la Tierra sufra un interrupción en los millones o billones de megawatts de energía electromagnética que emite el Sol por minuto. Sería difícil imaginar que esto no nos afectara. Normalmente las lunas nuevas marcan el principio y final de alguna zona de nuestras vidas, coincide por decirlo de otra manera, con que algo se inicia o con la toma de una nueva dirección. Esta ocurre en el octavo signo del zodíaco, el Gran Escorpión. Aunque Marte ha sido el regente de este signo hasta 1930, cuando Plutón (su regente actual para muchos astrólogos) fué descubierto, y si bien es cierto que este último fue degradado a categoría de planeta enano ( como se lo ha catalogado ahora) y además es más pequeño que nuestra Luna, no hay ningún astrólogo que pueda negar la potencia de la influencia plutoniana en nuestra vida y nuestra psiquis. Una de sus lunas se llama Charon, nombre del botero que llevaba las almas al Submundo. Pero este es un sistema peculiar, ya que esta luna no gira alrededor de Plutón, como lo hace la nuestra alrededor de nuestro planeta, sino que ambos giran alrededor del otro, como un sistema en constante moción el uno con el otro. Luego Plutón tiene otras lunas, descubiertas en el 2005, llamadas: Nix, nombre de la diosa de la Noche y la Oscuridad, madre de Charon, y la otra Hidra, nombre de la Serpiente con características de lagarto de 9 cabezas que fué eliminada por Hércules en su segunda Labor. Como lo indican sus nombres, Plutón y sus lunas es un sistema que nos habla del arquetipo de la Oscuridad del Alma, de la Bestia Interna, como le llamo yo.
Esta Bestia que tod@s llevamos dentro, y que tan aplicadamente nos preocupamos en ocultar, no sólo de los demás sino también de nosotros mismos, lavándonos, afeitándonos, depilándonos cada día, usando mucho jabón, perfumes y desodorantes, camina con nosotros cada día de nuestras vidas. Aprender a reconocerla, aceptarla, manejarla es la labor de Escorpio. Prueba de dejar de bañarte, afeitarte, peinarte, por sólo un par de semanas y ella, comenzará a emerger, y podrás verla en la reflexión de un espejo.
Pasar de vivir en la parte buena, ética, pero con una vida invisible e insignificante, a vivir en su naturaleza plutoniana, y en este proceso comprender, que es allí en la parte más oscura de su alma, donde radica nuestro poder. Allí en la parte más recóndita de nuestro ser, donde radica, la Hidra, o Plutón, es donde se encuentra nuestro verdadero poder y creatividad. Por supuesto que para llegar a este lugar no es necesario convertirse en asesinos, pero también es cierto que si no traemos esa parte de nuestra psiquis a la consciencia, entonces seremos siempre víctimas, de la vida y de los demás, encontrándonos con los monstruos afuera de nosotros. Como en la imagen del Ying-Yang, ese círculo mitad negro, mitad blanco, el lado oscuro de psiquis es el balance perfecto de nuestro lado más bondadoso. Si uno de los dos falta, entonces la personalidad perdería todo su balance y nos volveríamos realmente locos.
Es en Escorpio que hacemos este proceso de reconocimiento de Plutón, nuestro lado más bestial. Y si bien en la carta astral otros planetas pueden denotar el lado oscuro de la personalidad, es este pequeño planeta enano, con sus tres lunas, que nos confronta con las necesidades de la bestia, de sobrevivir a toda costa, de tener poder sobre l@s demás, como mecanismo de defensa, de protección. Es en Escorpio, que nuestras emociones más profundas, aquellas que casi todos negamos y por eso operan desde el “submundo mental”, como el resentimiento, la ira desmesurada, los celos, la envidia, se hacen tan evidentes, que no tenemos más remedio que confrontarlas e integrarlas, como parte de nuestra naturaleza, proceso indispensable para nuestra salud mental.
En este eclipse Mercurio se alinea con la cuadratura Urano-Plutón, que ha estado activa desde el 2010 y que llega a su final, cuando se forma exacta por última vez en Marzo 2015, con un previo encuentro los días 15 y 16 de Diciembre de este año. Ya queda menos, las situaciones que se iniciaron a partir del 2008-9-10, como la crisis económica, parecen estar llegando a su momento de resolución también. Mercurio que se estaciona directo el 26, es uno de los planetas que mejor se lleva con Plutón, por tanto este contacto es una buena oportunidad para analizar racionalmente los conflictos que nos afligen en ese momento. Pero sin duda, lo mejor de este eclipse es que el Sol y la Luna que están juntos en Escorpio, se encuentran acompañados de Venus y Pallas, también a 0º y 2º de ese signo, respectivamente, y todo en un trígono a Neptuno en Piscis. Esta es una combinación que exuda energía femenina, con todo su poderío. Gran oportunidad para realizar actividades creativas y recapacitar sobre nuestra relaciones personales, sobre todo en lo que respecta a nuestros anhelos más profundos y la importante toma de consciencia de que el otro, nunca será lo que queremos que sea, sino simplemente quien es. La aceptación de la humanidad de nuestros amores es un tema relevante de esta lunación, con todos sus talentos y defectos y con toda su maravillosa humanidad. Después de todo, tod@s l@s dios@s viven en nuestra psiquis, simplemente, sin nosotr@s, no existirían. Es la extraordinaria creatividad y oscuridad del ser humano, que ha creado todo esto que llamamos Vida con todas sus contradicciones, horrores y maravillas. Cada tanto nuestros ideales necesitan una prueba de realidad, para que podamos manifestar la mejor versión de nosotr@s de una forma real y auténtica.
Siguiendo a Cristina Laird, hablamos de este eclipse en particular. Cada 19 años los eclipses se repiten alrededor de los mismos grados de un signo. Éste en particular, que ocurre a 0º Escorpio 24′, tuvo su Mellizo por así decirlo el 23 de Octubre 1995. Por supuesto que el resto de los planetas no estaban iguales, pero sí afectó la misma zona de tu carta astral que el de ahora. Una luna nueva que además es un eclipse de Sol, hace que por unos pocos minutos la Tierra sufra un interrupción en los millones o billones de megawatts de energía electromagnética que emite el Sol por minuto. Sería difícil imaginar que esto no nos afectara. Normalmente las lunas nuevas marcan el principio y final de alguna zona de nuestras vidas, coincide por decirlo de otra manera, con que algo se inicia o con la toma de una nueva dirección. Esta ocurre en el octavo signo del zodíaco, el Gran Escorpión. Aunque Marte ha sido el regente de este signo hasta 1930, cuando Plutón (su regente actual para muchos astrólogos) fué descubierto, y si bien es cierto que este último fue degradado a categoría de planeta enano ( como se lo ha catalogado ahora) y además es más pequeño que nuestra Luna, no hay ningún astrólogo que pueda negar la potencia de la influencia plutoniana en nuestra vida y nuestra psiquis. Una de sus lunas se llama Charon, nombre del botero que llevaba las almas al Submundo. Pero este es un sistema peculiar, ya que esta luna no gira alrededor de Plutón, como lo hace la nuestra alrededor de nuestro planeta, sino que ambos giran alrededor del otro, como un sistema en constante moción el uno con el otro. Luego Plutón tiene otras lunas, descubiertas en el 2005, llamadas: Nix, nombre de la diosa de la Noche y la Oscuridad, madre de Charon, y la otra Hidra, nombre de la Serpiente con características de lagarto de 9 cabezas que fué eliminada por Hércules en su segunda Labor. Como lo indican sus nombres, Plutón y sus lunas es un sistema que nos habla del arquetipo de la Oscuridad del Alma, de la Bestia Interna, como le llamo yo.
Esta Bestia que tod@s llevamos dentro, y que tan aplicadamente nos preocupamos en ocultar, no sólo de los demás sino también de nosotros mismos, lavándonos, afeitándonos, depilándonos cada día, usando mucho jabón, perfumes y desodorantes, camina con nosotros cada día de nuestras vidas. Aprender a reconocerla, aceptarla, manejarla es la labor de Escorpio. Prueba de dejar de bañarte, afeitarte, peinarte, por sólo un par de semanas y ella, comenzará a emerger, y podrás verla en la reflexión de un espejo.
Pasar de vivir en la parte buena, ética, pero con una vida invisible e insignificante, a vivir en su naturaleza plutoniana, y en este proceso comprender, que es allí en la parte más oscura de su alma, donde radica nuestro poder. Allí en la parte más recóndita de nuestro ser, donde radica, la Hidra, o Plutón, es donde se encuentra nuestro verdadero poder y creatividad. Por supuesto que para llegar a este lugar no es necesario convertirse en asesinos, pero también es cierto que si no traemos esa parte de nuestra psiquis a la consciencia, entonces seremos siempre víctimas, de la vida y de los demás, encontrándonos con los monstruos afuera de nosotros. Como en la imagen del Ying-Yang, ese círculo mitad negro, mitad blanco, el lado oscuro de psiquis es el balance perfecto de nuestro lado más bondadoso. Si uno de los dos falta, entonces la personalidad perdería todo su balance y nos volveríamos realmente locos.
Es en Escorpio que hacemos este proceso de reconocimiento de Plutón, nuestro lado más bestial. Y si bien en la carta astral otros planetas pueden denotar el lado oscuro de la personalidad, es este pequeño planeta enano, con sus tres lunas, que nos confronta con las necesidades de la bestia, de sobrevivir a toda costa, de tener poder sobre l@s demás, como mecanismo de defensa, de protección. Es en Escorpio, que nuestras emociones más profundas, aquellas que casi todos negamos y por eso operan desde el “submundo mental”, como el resentimiento, la ira desmesurada, los celos, la envidia, se hacen tan evidentes, que no tenemos más remedio que confrontarlas e integrarlas, como parte de nuestra naturaleza, proceso indispensable para nuestra salud mental.
En este eclipse Mercurio se alinea con la cuadratura Urano-Plutón, que ha estado activa desde el 2010 y que llega a su final, cuando se forma exacta por última vez en Marzo 2015, con un previo encuentro los días 15 y 16 de Diciembre de este año. Ya queda menos, las situaciones que se iniciaron a partir del 2008-9-10, como la crisis económica, parecen estar llegando a su momento de resolución también. Mercurio que se estaciona directo el 26, es uno de los planetas que mejor se lleva con Plutón, por tanto este contacto es una buena oportunidad para analizar racionalmente los conflictos que nos afligen en ese momento. Pero sin duda, lo mejor de este eclipse es que el Sol y la Luna que están juntos en Escorpio, se encuentran acompañados de Venus y Pallas, también a 0º y 2º de ese signo, respectivamente, y todo en un trígono a Neptuno en Piscis. Esta es una combinación que exuda energía femenina, con todo su poderío. Gran oportunidad para realizar actividades creativas y recapacitar sobre nuestra relaciones personales, sobre todo en lo que respecta a nuestros anhelos más profundos y la importante toma de consciencia de que el otro, nunca será lo que queremos que sea, sino simplemente quien es. La aceptación de la humanidad de nuestros amores es un tema relevante de esta lunación, con todos sus talentos y defectos y con toda su maravillosa humanidad. Después de todo, tod@s l@s dios@s viven en nuestra psiquis, simplemente, sin nosotr@s, no existirían. Es la extraordinaria creatividad y oscuridad del ser humano, que ha creado todo esto que llamamos Vida con todas sus contradicciones, horrores y maravillas. Cada tanto nuestros ideales necesitan una prueba de realidad, para que podamos manifestar la mejor versión de nosotr@s de una forma real y auténtica.
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