Julieta Venegas. Nacida en Tijuana, integrante de la generación Ñ.

 
Canción Me Voy

https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=y8rBC6GCUjg
Canción Eres para mí a dueto con AnitaTijoux
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=pj2ntDiXJCk
 

Julieta Venegas fue criada en Tijuana, Baja California junto a 4 hermanos y su hermana gemela; no obstante, ella nació en los Estados Unidos. Es hija de los fotógrafos mexicanos Julia Edith Percevault y José Luis Venegas.
Los padres de Julieta inscribieron en diferentes talleres a sus hijos; Julieta estuvo en pintura, ballet y piano. Desde este momento, a sus 8 años de edad, es que Julieta encontró su verdadera vocación: la música. Sus padres la apoyaron dándole estudios de piano clásico, violonchelo y teoría musical. Siendo una adolescente, comienza a componer de manera prolífica sus temas con un estilo muy personal y aunque no tiene influencias muy marcadas sí le gustaba escuchar a Suzanne Vega, David Bowie, Prince y Charly García.
Entró a estudiar en el South Western College de San Diego, California y en el Colegio La Paz de Tijuana y además en la Escuela de Música del Noreste al mismo tiempo que alternó sus estudios de preparatoria. Con 17 años, un amigo de la escuela invita a Julieta al grupo de reggae/ska «Chantaje» que sería la célula del grupo Tijuana No! en el que, junto con Alex Zuñiga compone el tema «Pobre de Ti», melodía que le dio popularidad a la banda.

Julieta Venegas y la literatura

Tiene estantes en los que carga ejemplares de todas partes del mundo. De hecho, hace poco estuvo retando a un librero en Mendoza porque no sabía quién era Roberto Arlt: “¡Lo tuve que poner en su lugar!”, cuenta. “Soy muy curiosa y autodidacta. He ido desarrollando mi gusto como lectora libro por libro, buscando ya sea por ensayos de algún autor que me gusta, recomendaciones de amigos, o cuando voy a alguna librería y quien está ahí parece conocer. También me gusta buscar autores que no conozco en cualquier país que visito. Me encanta leer reseñas, y buscar escritores nuevos que puedan tener algo especial, aunque muchas veces por esa curiosidad acabo leyendo algo que quiero terminar en cuanto lo empiezo, cosa que es muy triste. Y luego hay autores que amo durante una época de mi vida, y después ya no vuelvo a acercarme a ellos, o ya no los leo igual. Tengo muchos de Salman Rushdie, y ya no me interesa tanto como antes, igual que Haruki Murakami”, explica.
Más que cualquier otro género, lee novelas: “Me encantan los clásicos: Dostoievski, por ejemplo, que su lectura es más bien oscura. Crimen y castigos de las pocas novelas que he releído. Tiene algo que es misterioso, porque el personaje de Raskólnikov acaba teniendo algo incomprensible para mí, que no logro penetrar, a la vez que es cercano. Pocos autores nos cuentan lo que somos como lo ha hecho Dostoievski. Jane Eyre, de Charlotte Brontë creo que es mi favorito de toda la vida, y otro de los pocos que he releído. Hay algo en el personaje que, cuando lo leí, sentí que estaba hablando de mí. Eso que dicen en las pelis, de un personaje que lees y con el cual te identificas, que se te pone la piel chinita y tienes una especie de revelación; pues eso siento con Jane Eyre. También me emociona mucho Saul Bellow, El legado de Humboldt no sé por qué me gustó tanto, igual que Las aventuras de Augie March. Acabo enamorándome de sus personajes conflictivos, contradictorios, a veces insoportables y llenos de defectos. Esos son los que se quedan ahí permanentemente, pero hay muchos más, como George Eliot, Henry James, o J.D. Salinger. Y algo que no es ficción pero siempre recuerdo con cariño por cómo lo disfruté, es el libro sobre la India de V.S. Naipaul. Dicen que es una horrible persona, pero por ese libro no puedo evitar quererlo; me parece hermoso. Es un viaje que hizo por la India, y su manera de describirlo es de las cosas más lindas que he leído. Nunca he ido ahí, pero gracias a ese libro siento que ya lo hice. Y un referente para mí es Juan Rulfo, y su Pedro Páramo. Siempre que leo a autores jóvenes no puedo evitar buscar al Rulfo de la nueva generación. Otra autora que adoro, en serio, adoro, la quiero mucho y la leo y releo es Clarice Lispector. Sus libros son únicos, misteriosos, bellos, musicales, poéticos, y por sus ensayos siento que es cercana. Hace poco releí Agua viva, y fue totalmente distinto a la primera vez que me acerqué a ella, porque estoy en otro lado, y la entendí desde otro lugar en mi vida. Tiene una locura lúcida que pocas veces he encontrado y disfrutado tanto”. En poesía, vuelve a los libros que ya quiere y le son conocidos, como los de Nicanor Parra o Alejandra Pizarnik. También disfruta de la poesía de Borges.

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