Emboscada y con la diosa Arco Iris

Empiezo con unos versos de Maria Victoria Atienza:
Sobre el dintel yacente, su cerviz dobla el sueño
en arco de abandono.
Busca apoyo en la mano
una sien que disputa lo efímero y lo bello.
Y con otros de Jorge Guillén sobre ella y su escritura:
Suena la voz de la mujer que ayuda,
nos ayuda y anima,
                 generosa,
con la serenidad que es una gracia,
tan próxima y tan ausente, recatándose
desde un centro radioso de hermosura.
Desde una placidez de agua y verde, con mimos a ratos, soledad sonora, y viajes al inconsciente en los sueños, he vuelto a ver la serie de Fringe y a viajar por universos paralelos. Por otro lado, reordeno la biblioteca, cuido el jardin y a ratos hablo por teléfono con amigas y familia. Y sigo con Atienza, Amárrate a este palo, alma Ulises , y escucha- desde donde la plaza proclama su equilibrio- el rugido de bronce que la pìedra sostiene. Oigo los rugidos, los aullidos, y los sonidos de los insectos cuyo vocabulario desconozco un poco más. Ví dos tejones enormes a principios de Julio. He visto pájaros carpinteros. Gatos que a ratos recuerdan sus trazas tigrescas.. Y últimamente los sonidos de los árboles. Los nogales crecen y crecen, los manzanos susurran la abundancia de la diosa, y voy recuperando oliveras, almendros y espino albares abandonados. Y los mimos y cuidados se notan. También ando trasteando de nuevo con semillas, me encantan las azukis, como se van duplicando las hojas. La calabaza del "hombre esqueleto" ha crecido mucho y ya pende una gran calabaza heredera en una planta enorme con muchas flores. Anoche canté en la terraza mirando las estrellas. Una lágrima puede comprometer el curso de las constelaciones. Una sonrisa loca, una risa en la noche, el sorbo de tus pechos. Y las constelaciones. Casiopea. Y La Osa. Y el infinito. Y el dar vueltas. Caos, cambio, estaciones... Incendio tras incendio el cuerpo prevalece.
Y ahora un poco de diosas para crecer. En la carta 10, del Tarot de la Diosa Triple, de Isha Lerner, ilustrado por Mara Friedman, se nos habla de la diosa Arco Iris. La madre de Monika quiso ponerle ese nombre. Y nos cuenta Isha. El año pasado en Tamera conocí a una Isha de Findhorn, con quién colaboré y reí en la cocina. Isha Lerner en la etapa que estuvo con su compañero, y elaboraron Las Cartas del niño interior también vivieron en Findhorn. El arco iris multicolor es uno de los regalos más valioso de la tierra. Este bello arco iris tiende un puente entre la humanidad y el reino del espíritu. La aparición de este fenómeno en el cielo es un presagio de buena fortuna y hace que la metafórica "olla de oro", asociada a el, adquiera carta de naturaleza.
El arquetipo de la diosa del Arco Iris, con su polícromo y multidimensional conocimiento, teje los numerosos misterios de la tierra y los viste con un majestuosos atuendo de luz. Los griegos personificaron el arco Iris en la diosa Iris, de quien se decía que tenía acceso a ambos mundos, el superior y el inferior, y formaba un puente iridiscente entre los dos. Iris, mensajera de Hera, poseía la facultad de compartir las visiones y llevar el conocimiento intuitivo a quienes demandaban sus asistencia. Por esta razón, se le ha dado su nombre auna parte del ojo. La diosa del arco iris es activa, vital y despliega una gran creatividad. Tiene la capacidad de manifestarse en todos los ámbitos y circunstancias, porque está siempre devanando y urdiendo sus hilos de luz multicolor.
Y como siempre, la tarea al final. O al principio según se mire. Aproxímate al Útero Potencial y, como la diosa del Arco Iris, gesta alllí tus sueños. La fuente de la abundancia mana de "la olla de oro" que está enterrada en tu corazón. Los tesoros escondidos en tu interior esperan ser encontrados. Teje tu red luminosa, haz girar tu rueda y abre tu corazón a ese futuro. Intento gestar los míos, los que puedan ser nuestros.

 

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