Disfrutando el agua, la amistad y el cariño de muchas amigas


Nos lo hemos ganado. Y dicho de otra manera, a aprovechar ahora que se puede, que con tanto altibajo en la vida de todo, los momentos de felicidad así tonta y maravillosa no son siempre frecuentes. Lo que si se puede practicar es la política de la alegría; y no contribuir a la inmensa queja sin hacer, ni a propagar solo la infelicidad, sino poner el énfasis en el cultivo de la satisfacción, que no es para nada incompatible con modificar lo que no nos guste o nos parezca injusto.

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