Cuento de Miranda sobre la Primera Mujer.
En nuestra menstruación hay un secreto – el poder creativo para crear nuestros sueños. De todos modos, sólo podemos acceder a esta increíble habilidad si nos tomamos tiempo para descansar y soñar durante nuestro sangrado.Este mes, prométete a ti misma que te darás tiempo para descansar, para soñar despierta sobre tu futuro y para honrar esta increíble habilidad creativa que habita en ti.
La Bruja del Invierno se hallaba sentada en una gran piedra fumando su pipa.Cuando respetamos nuestros ciclos y sus energías sexuales y creativas descubrimos los maravillosos regalos que nos ofrecen.
‘¿Qué estás haciendo?’ le preguntó la Primera Mujer. Tenía curiosidad porque la Bruja del Invierno no se había movido de su piedra en toda la mañana.
‘Estoy creando’ dijo la Bruja del Invierno.
‘Oh’ dijo la Primera Mujer, mirando a su alrededor expectante. ‘¿Qué estás creando?’
‘Humo’ dijo la Bruja del Invierno, mirando cómo el humo subía lentamente desde su pipa.
‘Valeeee’ dijo la Primera Mujer dubitativa, y empezó a retroceder.
Una vez la Primera Mujer se hubo marchado, la Bruja del Invierno dijo suavemente ‘En el humo, yo veo y creo el futuro’.
Más tarde, la Primera Mujer compartió este estraño encuentro con la Madre Luna.
‘En la oscuridad de tu Sangrado Lunar’ explicó la Madre Luna, ‘tienes el poder de crear tus sueños como la Bruja del Invierno.’
La Madre Luna tocó el corazón de la Primera Mujer.
‘Imagina que tus sueños están aquí’ le dijo, 'siente como tu corazón se abre, y la vibración fluirá a lo largo de los hilos que mantienen unido el Universo para crear tus sueños y tu futuro. Es por esto por lo que tus días de Sangrado Lunar son tan importantes. Es entonces cuando la Bruja del Invierno camina contigo y te lleva a su cueva para descansar y soñar.’
Entonces la Madre Luna tocó el vientre de la Primera Mujer.
‘Aquí dentro’ le dijo, ‘tú fluyes con la energía creativa. Desde la oscuridad llevas tus ideas a la luz, y como una madre las nutres a medida que crecen. Antes de que vuelvas a la oscuridad para descansar, libéralas al mundo para que puedas volver a soñar.’
La Primera Mujer se sentó por el resto de la tarde con las manos en su bajo vientre, mirando el humo que salía de su corazón, imaginando su futuro y tejiendo sus sueños.'
Amor y abrazos,
Miranda
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