Engendra, nutre, sonríe a la vitalidad de la creación, y tiene empatía por todos los seres como una madre lo hace por sus hijos. Como Tara la Verde ofrece socorro y protección de todas las circunstancias desafortunadas que se pueden encontrar en el mundo de las ilusiones. Como Tara la Blanca expresa la compasión maternal y ofrece sanación a los seres que están heridos o dañados, sea física o psicológicamente. Como Tara la Roja (Kurukula) enseña la conciencia que discrimina acerca de los fenómenos creados y cómo transformar el deseo crudo en compasión y amor. Como Tara la Azul (Ekayati) llega a ser una protectora en el linaje Nyingma, que expresa una energía femenina feroz e iracunda, cuya invocación destruye todos los obstáculos y engendra buena suerte y promueve el despertar espiritual.
En nuestro Tara- Tarra, hoy he dedicado una roca a Tara. Estoy haciendo el mapa del territorio y asignando ciertos lugares según su energía... Blanca ayuda, hay que moverse y el afuera va cambiando a lo largo de los años. Las energías están vivas.
- Noble Tara, te suplico, tanto a ti como a tu séquito,
- que te acuerdes con amor de tu promesa del pasado
- y liberes mis miedos y los de todos los seres.
- Disipa la mentalidad oscura ante las adversidades.
- Que puedan florecer las circunstancias armoniosas
- y que nos concedas los sidhis [‘poderes mentales’] ordinario y supremo.
- om tare tu tare ture sojá.
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