Pablo era el acompañante de Luis, Luis Jaime Gómez, y de Asun. El martes de la semana pasada se fué de este plano. En las noches de invierno ha sido amigo de Blanca, como lo ha sido en breves instantes Once. Pablo era un ser alegre y bondadoso. La dulzura de sus ojos hacía de su presencia un regalo en el bar.
Luis decía hace dos años: Ahora resido en Teruel, sitio en el que jamás pensé que viviría más allá de unas vacaciones familiares y lugar donde he encontrado mi sitio. Estoy feliz de vivir aqui, con las personas que me encuentro y de la libertad mental que me ha generado poder disfrutar de los pocos paraísos que quedan en este mundo. No es coña, es así. Nada me impide hacer todo como antes y nada me impide poder desarrollar mi actividad donde quiera y cuando quiera (o me dejen).
Libertad, bendita libertad que un@ se otorga si lo logra y es la que nos hace reconocernos a quiénes la valoramos por encima de muchas cosas. Esa libertad mental es la que nos ha hecho amigos a él y a mí. Y nuestr@s perr@s alrededor. Pocos espacios permiten movernos con mascotas, y en este mundo en el que les vamos arrebatando los espacios libres, los domesticamos e intentamos comprimirlos y comprimirlos. Sus elecciones- las de Luis-, me llevaron al Puerta de Teruel, y a encontrar una verdera puerta para Teruel para mí y para Blanca.
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