La garza del valle y los abejorros azules

Cuentan las leyendas que la garza del valle, guardiana de nuestras aguas y cómplice de Soraya y mía, de vez en cuando cambia de dimensión y visita a parientes en otros continentes... Esta es una imagen de la red, más adelante ya incluiremos alguna de nuestra garza hecha aquí.Resultado de imagen de abejorro azul
El género Xylocopa comprende distintas especies de himenópteros difíciles de diferenciar. Es común verlos entre las flores ensimismados en la recolección de polen y néctar. Los abejorros carpinteros o abejorros azules, como se les denomina comúnmente, poseen un vuelo potente y ruidoso, y no dudan en sobrevolar a nuestro alrededor o incluso intimidarnos si les resultamos molestos, a lo que ayuda el tamaño de su cuerpo, entre 2 y 3 cm, y su envergadura alar cercana a los 5 cm.
Una de las preguntas más habituales que solemos hacernos es si la xylocopa o abejorro carpintero pica. La respuesta es que las hembras tienen aguijón y, por supuesto, pueden emplearlo, pero realmente son pacíficas, muy pacíficas si las comparamos con las avispas comunes de las que son parientes y que no dudan en picar ante la mínima molestia. Por lo general, su aspecto grande y su zumbido son suficientes para disuadirnos y alejarnos, así que a no ser que capturemos alguna hembra con la mano, será muy raro que usen su aguijón contra nosotr@s.

Las xylocopas hacen sus nidos en la madera, pero no se alimentan de ella como mucha gente cree. Los restos de madera que se encuentran cerca de los nidos de xylocopa son el resultado de la excavación que practican con sus mandíbulas para elaborar galerías. En éstas depositan sus huevos, no muchos,  y almacenan el polen y el néctar para sus larvas que pueden tener 3 cm de longitud.
Las xylocopas son consideradas solitarias, es decir, no forman colmenas o enjambres como otros himenópteros, aunque los nidos de las diferentes hembras sí pueden estar muy cerca unos de otros.
En algunas especies del género Xylocopa la madre convive con las hijas y llegan a distribuirse el trabajo, unas vigilan y cuidan del nido, mientras que otras acuden a conseguir alimento, pero nunca llega a ser una estructura tan organizada como la de las abejas o avispas sociales.
Los machos del abejorro carpintero suelen tener los ojos más grandes que las hembras, algo fundamental en su constante labor de vigilancia y observación de las hembras.
En muchas casos, las xylocopas o abejorros carpinteros deciden instalar su nido en alguna construcción humana de madera. Esta decisión, que puede inquietarnos en principio, no reviste gravedad alguna. En primer lugar porque las xylocopas no crean enjambres, así que no hay peligro de que lleguen a crear una gran colonia, y en segundo lugar, porque no se alimentan de madera y sus túneles son muy superficiales, de modo que nunca llegan a poner en peligro la resistencia de la construcción.
 

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