LLevo unos días cuidando a mi niña interior, ya que si no, no resisto la fortaleza interior que hay que tener para estar en equilibrio en Olba. A ratos mi niña toca la tierra y se pierde en los reflejos de verde. A ratos lee, pero estos dias no tanto, aunque estoy añorando un libro que quizá vuelva a leer al irme a la cama, es una novela de Titania Hardy. Hay libros que leo tres o cuatro veces, como cuentos que se cuenta una a sí misma y que me producen tranquilidad y confianza.A ratos mi niña tiene un portátil, ya que así me llegan los registros... Y los cuentos de ballenas, y delfines, y conciencias cetáceas, y aguas de la Antártida. Ahora estoy cansada y feliz. Y me voy a ir prontito a la cama.
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