Reinas Magas. Somos mayores somos poderosas.
La esperanza no conoce edades y es de las pocas cosas que, con el paso de los años, no se deteriora ni desaparece.
El mundo está lleno de
pequeñas alegrías; el arte
consiste en saber distinguirlas. Li Tai Po
Jean Shinoda Bolen: Sugiero que ha llegado el momento de rescatar y redefinir el término 'anciana' entre el montón de palabras despectivas que se utilizan para denominar a las mujeres maduras, y conseguir que la acción de convertirse en 'bruja' sea un supremo logro interior característico de la tercera fase de la vida...Para ser una anciana necesitas liberarte de los hubiera o hubiese. Es preciso silenciar las quejas mentales que no tardarán en escapar de tu boca en cuanto encuentren la ocasión. Lamentándonos no somos capaces de vivir el presente, y tampoco somos compañía grata (ni siquiera para nosotras mismas). Las quejicas dan por sentado que merecían, y todavía merecen, una vida mejor de la que poseen, y no comprenden que a todos nos ha tocado vivir nuestra parcela de desgracias, como le ocurre al más común de los mortales. Incapaces de mostrar gratitud por lo que ya poseen, las quejicas no saben disfrutar del presente
'Las brujas no se quejan'.
El mundo está lleno de
pequeñas alegrías; el arte
consiste en saber distinguirlas. Li Tai Po
Jean Shinoda Bolen: Sugiero que ha llegado el momento de rescatar y redefinir el término 'anciana' entre el montón de palabras despectivas que se utilizan para denominar a las mujeres maduras, y conseguir que la acción de convertirse en 'bruja' sea un supremo logro interior característico de la tercera fase de la vida...Para ser una anciana necesitas liberarte de los hubiera o hubiese. Es preciso silenciar las quejas mentales que no tardarán en escapar de tu boca en cuanto encuentren la ocasión. Lamentándonos no somos capaces de vivir el presente, y tampoco somos compañía grata (ni siquiera para nosotras mismas). Las quejicas dan por sentado que merecían, y todavía merecen, una vida mejor de la que poseen, y no comprenden que a todos nos ha tocado vivir nuestra parcela de desgracias, como le ocurre al más común de los mortales. Incapaces de mostrar gratitud por lo que ya poseen, las quejicas no saben disfrutar del presente
'Las brujas no se quejan'.
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