Pureza y gracia. Moon mothers, Miranda Gray, y solsticio de invierno
Con el rojo de Rhiannon, de María Magdalena y de las diosas Amorosas intensas, está Isabella al lado de Miranda. Hasta ahora, en estos últimos tiempos, Isabella ha sido la coordinadora estatal de Miranda. Hoy en el correo enviado a las Moon Mothers españolas, y futuritas en breve- ya este fin de semana- , se expresa la apertura , la rotación a otras mujeres.
Ahora desde la impecabilidad blanca. Pureza y gracia. Ha sido muy hermoso hacer este solsticio el taller de Bendición del útero. Eramos 36 mujeres siendo iniciadas, Isabella y Verónica, otra ayudanta que ya eran moon mothers, dos traductoras Mayella méjicana viviendo en Irlanda, y Mercé del actual comité de organización traductora de apoyo. Y, of course, Miranda. Bello, intenso, feliz.
Y ahora un texto del solsticio escrito por Sabine Lichtenfels:
Solsticio de invierno por Sabine Lichtenfels
El solsticio de invierno es uno de los festivales de temporada más sagrados, cuyo origen va más allá que cualquier registrado en la historia. En el mito, el solsticio marcaba un punto alto, un punto de inflexión. Siendo la noche más larga, tambíen se le conocía como la Noche Madre. Fue en esta noche que la diosa -- desde un profundo lugar protector de la tierra, y en el silencio de la noche más oscura -- despierta al renacido hijo-sol a una nueva vida. Encontramos este mito en todas las culturas de la tierra. Si podemos percibirlas en silencio y quietud, estas imágenes originales, mitos y cuentos de hadas nutren nuestras almas. Por miles de años, el renacimiento de la luz ha sido celebrado en el solsticio.
En Creta, fue el culto de Mitra; en Egipto, Isis trajo a su hijo Horus al mundo. En la antigua Grecia también, Dionisio - salvador y dios de la fertilidad y del crecimiento - era celebrado. En Alemania, Navidad es "Weihnacht", el nacimiento de la consagración, el nacimiento del hijo de la Divinidad en un solsticio de invierno; esto no fue inventado por el cristianismo. La verdadera fecha del nacimiento de Jesucristo no fue indicada creíblemente, no en la biblia ni en otros textos del periodo. En Alemania, no fue sino hasta el año 813 que la Navidad fue oficialmente reconocida como el día de nacimiento de Cristo. No decimos esto para quitarle lo sagrado a la "noche buena" de la Navidad. Por el contrario: estamos señalando las raíces profundas y antiguas de esta celebración, que ninguna cultura puede destruir y que se extienden más allá del cristianismo.
Estamos celebrando, más allá de las religiones individuales, cuando celebramos el renacimiento el sol y de la luz. Para nosotros, esta noche larga y oscura trae consigo la esperanza y la promesa del renacimiento, del retorno de la vida, incluso cuando el mundo externo parece estar congelado en el frío y la oscuridad.
Iluminamos el fuego del solsticio de iniverno para demostrar que estamos listos para ser parteras, para apoyar el nacimiento de la luz de una nueva cultura . Ahora es el momento - en medio de lo que parece una interminable noche de guerra, tortura, crueldad y destrucción de la naturaleza - para crear una celebracion de la vida. Invitamos a todos aquellos poderes que ocuàn un lugar mas alto que toda la violencia, para que vengan y moren dentro de nosotros. Hablamos al corazón de la humanidad; pedimos perdón por todos los errores del espíritu humano que pueden llevar a tanta miseria y abuso. escuchamos el grito de las criaturas en sufrimiento, e iniciamos el fuego de la luz, y hacemos un llamado en el silencio de la noche: "Despierta, corazón de la humanidad. Encuentra tu lugar de regreso a tus orígenes, de regreso a quien eras. Encuentra tu camino de regreso a tu manantial de la vida, desde el cual puedes ser amoros@." En este espíritu, nos preparamos para el nacimiento de Cristo, dentro de nosotros mismos y en el mundo. Cristo, quien ya no es un Dios personal al cual esperamos, sino un poder colectivo que quiere despertar en todos nosotros, un mesías colectivo, o un personaje mariano colectivo.
De nuevo mi voz, he pasado la noche con una vela encendida... Agradecida. Conectada con lo divino femenino.
Ahora desde la impecabilidad blanca. Pureza y gracia. Ha sido muy hermoso hacer este solsticio el taller de Bendición del útero. Eramos 36 mujeres siendo iniciadas, Isabella y Verónica, otra ayudanta que ya eran moon mothers, dos traductoras Mayella méjicana viviendo en Irlanda, y Mercé del actual comité de organización traductora de apoyo. Y, of course, Miranda. Bello, intenso, feliz.
Y ahora un texto del solsticio escrito por Sabine Lichtenfels:
Solsticio de invierno por Sabine Lichtenfels
El solsticio de invierno es uno de los festivales de temporada más sagrados, cuyo origen va más allá que cualquier registrado en la historia. En el mito, el solsticio marcaba un punto alto, un punto de inflexión. Siendo la noche más larga, tambíen se le conocía como la Noche Madre. Fue en esta noche que la diosa -- desde un profundo lugar protector de la tierra, y en el silencio de la noche más oscura -- despierta al renacido hijo-sol a una nueva vida. Encontramos este mito en todas las culturas de la tierra. Si podemos percibirlas en silencio y quietud, estas imágenes originales, mitos y cuentos de hadas nutren nuestras almas. Por miles de años, el renacimiento de la luz ha sido celebrado en el solsticio.
En Creta, fue el culto de Mitra; en Egipto, Isis trajo a su hijo Horus al mundo. En la antigua Grecia también, Dionisio - salvador y dios de la fertilidad y del crecimiento - era celebrado. En Alemania, Navidad es "Weihnacht", el nacimiento de la consagración, el nacimiento del hijo de la Divinidad en un solsticio de invierno; esto no fue inventado por el cristianismo. La verdadera fecha del nacimiento de Jesucristo no fue indicada creíblemente, no en la biblia ni en otros textos del periodo. En Alemania, no fue sino hasta el año 813 que la Navidad fue oficialmente reconocida como el día de nacimiento de Cristo. No decimos esto para quitarle lo sagrado a la "noche buena" de la Navidad. Por el contrario: estamos señalando las raíces profundas y antiguas de esta celebración, que ninguna cultura puede destruir y que se extienden más allá del cristianismo.
Estamos celebrando, más allá de las religiones individuales, cuando celebramos el renacimiento el sol y de la luz. Para nosotros, esta noche larga y oscura trae consigo la esperanza y la promesa del renacimiento, del retorno de la vida, incluso cuando el mundo externo parece estar congelado en el frío y la oscuridad.
Iluminamos el fuego del solsticio de iniverno para demostrar que estamos listos para ser parteras, para apoyar el nacimiento de la luz de una nueva cultura . Ahora es el momento - en medio de lo que parece una interminable noche de guerra, tortura, crueldad y destrucción de la naturaleza - para crear una celebracion de la vida. Invitamos a todos aquellos poderes que ocuàn un lugar mas alto que toda la violencia, para que vengan y moren dentro de nosotros. Hablamos al corazón de la humanidad; pedimos perdón por todos los errores del espíritu humano que pueden llevar a tanta miseria y abuso. escuchamos el grito de las criaturas en sufrimiento, e iniciamos el fuego de la luz, y hacemos un llamado en el silencio de la noche: "Despierta, corazón de la humanidad. Encuentra tu lugar de regreso a tus orígenes, de regreso a quien eras. Encuentra tu camino de regreso a tu manantial de la vida, desde el cual puedes ser amoros@." En este espíritu, nos preparamos para el nacimiento de Cristo, dentro de nosotros mismos y en el mundo. Cristo, quien ya no es un Dios personal al cual esperamos, sino un poder colectivo que quiere despertar en todos nosotros, un mesías colectivo, o un personaje mariano colectivo.
De nuevo mi voz, he pasado la noche con una vela encendida... Agradecida. Conectada con lo divino femenino.
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