Angel de la fuerza divina. Tu única, salvaje y preciosa vida.

Imagínate que tienes que cultivar un campo. El terreno está lleno de piedras y la tierra es muy dura. Hace mucho tiempo que no ha llovido. Solo con tus manos excarbas la tierra. Se acerca el mediodía y la cuarta parte de tu campo aún no está cultivado. Agotada te permites un descanso y te quedas dormida a la sombra. Al despertarte un toro está ante tí. Completamente color dorado brilla su piel como si fuera un rayo puro del sol. Sus ojos color marrón oscuro te invitan tiernamente a que aceptes su ayuda. Colocas al toro delante del arado y notas la diferencia. Mucho antes del crepúsculo terminas de excavar la tierra y de sembrar. Agradeces de todo corazón al toro, y esperas con alegría la cosecha.
Con este texto de Ingrid Auer, hablamos de las baterías que necesitamos, las que nos van a ayudar a fluir sin estar agotadas, las que nos permitirán sostener el impulso. Estamos en tierras aragonesas y no paro de oir sueños de toros, sin embargo esta escultura estuvo en mi vida el verano del 2012, en Alemania, hecha por un escultor mejicano del círculo de Frida Kahlo...
Ayer estuve con Delfi, la maestra de la escuela unitaria de Olba. Sentíamos ese septiembre ya inminente. Hablamos del verano, y del día de la ríada del 2 de Julio, y ella habló de un ciervo arrastrado por las aguas. Con la segunda imagen, de ese superciervo encima de la cúpula de bronce, quiero de nuevo celebrar esa vida que nos rodea, y todos esos animales que viven sus vidas, y a veces también les son arrancadas de cuajo... Y acabo con esta frase de Mary Oliver, escrita en grande en la revista Gansos Salvajes: Dime, ¿Qué planeas hacer con tu única, salvaje y preciosa vida?

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