Segundo día de búsqueda. Démeter y el rapto de Perséfone.

De la rueda de la Diosa del Templo de Avalon, es esta imagen de la diosa de la cosecha. Hoy segundo día de la búsqueda. Sigo sin encontrarme bien, más voy buscando más allá de mis síntomas, el encontrarme mejor y sonreir.
Jean Shinoda Bolen, en su libro Las diosas de cada mujer, la incluyó en las diosas vulnerables. Es decir, diosas orientadas hacia la relación, cuya identidad y bienestar dependen de tener relaciones significativas. Expresan las necesidades de afiliación de las mujeres.
Démeter: diosa de las cosechas, nutridora y madre. Presidía las recolecciones abundantes. L@s roman@s la conocieron como Ceres (de donde proviene nuestra palabra cereal). Se la describe en el himno a Démeter de Homero, como "esa sobrecogedora diosa, de hermoso cabello... como su espada de oro" (¿la espiga de oro maduro?) Se la representa como una bella mujer de cabello dorado y vestida con túnica azul, o como una matrona sentada en las esculturas.
Parte del nombre de Démeter, meter, parece significar madre. Madre de la joven Perséfone, para l@s roman@s Proserpina.
La historia narrada de Démeter comienza con el rapto de Perséfone. Perséfone estaba cogiendo flores en un prado con sus compañeras, cuando fue atraída por un narciso asombrosamente bello. Al acercarse para cogerlo, el suelo se abrió ante ella. De las profundidades de la tierra emergió hades en su carro de oro tirado por caballos negros, le arrebató y se sumergió en el abismo con la misma rapidez con la que había llegado. Perséfone se debatió y gritó pidiendo ayuda a Zeus, pero nadie la ayudó.
Démeter escuchó los gritos de Perséfone y salió corriendo en su ayuda. Buscó durante nueve días y nueve noches a su hija raptada, por toda la tierra y por todos los mares. No se detuvo ni un instante para comer o para lavarse en su frenética búsqueda.
Al atardecer del décimo día, Démeter encontró a Hécate, diosa de la luna oscura y de las encrucijadas, que le sugirió acudir juntas a Helios, dios del sol (una deidad de la naturaleza que compartía este título con Apolo). Helios les informó de que era Hades el que había raptado a Perséfone y de que la había llevado al mundo subterráneo para ser su novia a la fuerza. Comentó que Zeus lo sabía.
Démeter se sintió ultrajada y traicionada por Zeus, padre de Perséfone, y también afligida. Se marchó del monte Olimpo, disfrazada de vieja, y vagó de incógnito por ciudades y campos. Un día llegó a Eleusis, se sentó junto al pozo, donde fue encontrada por las hijas de Celeo, rey de esa ciudad. Algo de su porte y de su belleza las había atraido hacia ella. Cuando Démeter les dijo que estaba buscando trabajo como niñera, la llevaron a casa ante su madre Metanira, ya que tenían un hermano recién nacido, al que querían mucho llamado Demofoonte. Bajo los cuidadeos de Démeter, Demofoonte creció como un dios. Le cuidó con ambrosía (el manjar de los dioses) y en secreto lo mantuvo en un fuego que le habría hecho inmortal, si no hubiera sido por la intervención de metanira que empezó a gritar temiendo por la vida de su hijo. Démeter reaccionó con furia, regañó a Metanira por su estupidez y le reveló su verdaera identidad. Al manifestar que era Démeter, la diosa cambió de tamaño y de forma, revelando su belleza divina. Sus cabellos dorados cayeron sobre sus hombros, su fragancia y su resplandor llenaron la casa de luz.
 
Démeter ordenó entonces que construyeran un templo para ella. En él se instaló, se sentó sola con su pesar producido por la ausencia de su hija raptada, y se negó a cumplir sus funciones. Como consecuencia, nada podía nacer ni crecer. La hambruna amenazaba con extinguir la raza humana. Privando a los dioses y diosas de su ofrendas y sacrificios. Al final, Zeus se dió por enterado. Primero envió a Iris, su mensajera, a implorar a Démeter que volviese. Después, como Démeter permanecía inamovible, cada deidad del Olimpo acudió, a su vez, llevándole regalos y presentándole honores. Furiosa, Démeter hizo saber a cada una de ellas que no pondría el pie en el monte Olimpo ni permitiría que nada creciese hasta que Perséfone le fuera devuelta. Por último, Zeus respondió. Envió a Hermes, el dios mensajero, a Hades, ordenándole que devolviera a Perséfone, para que "su madre, al verla, con sus propios ojos, abandonara su cólera". Hermes bajó al mundo subterráneo y encontró a Hades sentado en un diván junto a una Perséfone deprimida. Al escuchar que era libre para irse, Perséfone se regocijó y saltó de alegría para acompañar a Hermes. Pero, antes Hades le dió algunos granos de granada, que ella comió.
Hermes tomó prestado el carro de Hades para llevar a Perséfone a su hogar. Los caballos volaron veloces desde el mundo subterráneo al mundo superior, deteniéndose frente al templo en el que Démeter estaba esperando. Cuando ésta les vio, Démeter acudió corriendo, con los brazos extendidos para abrazar a su hija, que a su vez se lanzó con igual alegría alos brazos de su madre. Entonces, Démeter le preguntó ansiosamente si había comido algo del mundo subterráneo. Si no había comido nada, Perséfone le sería devuelta íntegramente. Pero, como había comido los granos de la granada, debería pasar dos tercios del año con Démeter y los restantes meses en el mundo subterráneo con Hades. 
Una vez juntas, madre e hija, Démeter devolvió la fertilidad a la tierra. Después proporcionó los misterios eleusinos. Estos eran ceremonias religiosas sobrecogedoras, que se prohibía revelar a los no iniciados. mediante dichos misterios, las personas obtenían una razón para vivir con alegría, y morir sin miedo a la muerte.
Démeter es el arquetipo de la madre. Representa el instinto maternal, realizado a través del embarazo o del suministro de alimento físico, psicológico o espiritual a l@s demás. Esta persona nutridora puede entrar en crisis cuando es puesta en cuestión su función, la pertinencia de ese dar... Cuando la Démeter afligida deja de funcionar, nada crece... el aspecto destructivo de Démeter se expresa reteniendo lo que otros necesitan... Vivir la autonomía de los otros/as como pérdida emocional propia. Al sentirse menos necesitada y rechazada, puede estar deprimida y enfadada. La señora de la Abundancia se congela y congela a l@s otr@s.
En la triada, doncella, madre, anciana... estamos todas. ¿Qué nos pasa cuando nuestro alimento es rechazado? ¿Cómo son nuestras crisis? 
Una mujer Démeter debe hacer frente a la diosa una y otra vez, si es que quiere tomar a cargo su propia vida. En lugar de un instintivo "si", debe ser capaz de escoger cuándo, cómo y a quién dar. Para hacer esto, necesita aprender a decir no, tanto a la persona que necesita algo de ella, como a la diosa dentro de ella. Y, una mujer Démeter, puede aceptar, la existencia de cambios humanos estacionales. Una sabiduría de la tierra que refleje la naturaleza. Una mujer así, cualquiera de nostras, podemos aprender, que es posible vivir superando cualquier hecho que nos suceda, y sabiendo que lo mismo que la primavera sigue al invierno, la experiencia humana cambiante sigue ciertos patrones...

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