Cuando estábamos en el círculo de equinoccio y ya se había ido la luz, casi a oscuras con la luz de las velas, se ha personado una mariposa colibrí o colibrí esfinge. La esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum) es un lepidóptero que habita el sur de Europa, norte de África y algunas zonas de Asia como La India. Es un insecto bastante grande, de hasta 4-5 cms, y tiene colores negros y grises con las alas traseras naranjas.
Incluimos esta obra de la artista Julieta Anaut. Julieta –en algunas de sus obras- ubica a sus personajes
en un escenario que tiene como fondo la iglesia abandonada,
estableciendo una sacralidad no institucionalizada. Todas las mujeres de
las fotos de Julieta tienen algo de santidad, a veces cristiana, a
veces pagana. En Santuario dorado se observa una mujer con cuernos de
ciervo descansando (meditando quizá) en un paisaje montañoso, más atrás
hay dos estatuas broncíneas que parecen objetos de adoración, una es el
rostro de una mujer de cuello alargado y la otra un bovino echado. La
“mujer cierva” nos remonta a los primeros tiempos de la humanidad, más
precisamente al Paleolítico, cuando el rápido crecimiento de la
cornamenta aludía a la fase creciente de la luna y por lo tanto el
principio generador de vida. Así, la fuerza fecunda de la diosa tomó
forma de serpiente, perro, pez, mariposa, abeja y otras tantas
epifanías. Las aves aparecen una y otra vez en las fotos de Julieta,
quizá como una metáfora del alma que emprende el vuelo, aunque hay
algunas simbologías más precisas, como la lechuza atributo de la sabia
Palas Atenea. Iguanas, perros, cuervos y otros tantos animales circulan
en "Fauna Latente", en las fotos de Julieta aparecen como pares de la
mujer como iguales. Las obras de
Julieta logran que paisaje, mujer y fauna recuperen aquella unión
mística que nos integraba al universo, el “unus mundus” de los
alquimistas. 















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