La Luna del venado, tercera luna. La mariposa colibrí, y la mujer cierva.

Bienvenidas a la Luna Eléctrica del Venado del Servicio.

Esta es la tercera Luna de la Onda Encantada del Servicio Planetario, 
que mantiene el poder de la activación y vinculación. Esta Luna comienza con la Serpiente Cósmica, signo de la trascendencia de la fuerza vital.

El cambio a la noosfera es visto como la mente planetaria,  una expresión amplia y singular de una única entidad, el planeta como un sistema vivo. Desde la perspectiva humana, la noosfera representa el avance a la telepatía universal. Desde la perspectiva de la noosfera, su manifestación significa la absorción de las unidades de consciencia humanas individualizadas en el funcionamiento de una única mente en la que todas las contradicciones se resuelven en percepciones armónicas superiores.
Cuando estábamos en el círculo de equinoccio y ya se había ido la luz, casi a oscuras con la luz de las velas, se ha personado una mariposa colibrí o colibrí esfinge.
           La esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum) es un lepidóptero que habita el sur de Europa, norte de África y algunas zonas de Asia como La India. Es un insecto bastante grande, de hasta 4-5 cms, y tiene colores negros y grises con las alas traseras naranjas.
 
Ha sido un círculo fluido y tranquilo, con las mujeres adecuadas, y una niña. Y hemos agradecido, y susurrado, y con el "Corazón Flamenca", un corazón tejido que suele estar en el altar de la casa hemos recogido las peticiones para el próximo ciclo. Cuando subíamos hacia la casa, el corazón ha saltado a la pila de agua al lado de la entrada de la puerta principal. Emociones y luz.
Incluimos esta obra de la artista Julieta Anaut. Julieta –en algunas de sus obras- ubica a sus personajes en un escenario que tiene como fondo la iglesia abandonada, estableciendo una sacralidad no institucionalizada. Todas las mujeres de las fotos de Julieta tienen algo de santidad, a veces cristiana, a veces pagana. En Santuario dorado se observa una mujer con cuernos de ciervo descansando (meditando quizá) en un paisaje montañoso, más atrás hay dos estatuas broncíneas que parecen objetos de adoración, una es el rostro de una mujer de cuello alargado y la otra un bovino echado. La “mujer cierva” nos remonta a los primeros tiempos de la humanidad, más precisamente al Paleolítico, cuando el rápido crecimiento de la cornamenta aludía a la fase creciente de la luna y por lo tanto el principio generador de vida. Así, la fuerza fecunda de la diosa tomó forma de serpiente, perro, pez, mariposa, abeja y otras tantas epifanías. Las aves aparecen una y otra vez en las fotos de Julieta, quizá como una metáfora del alma que emprende el vuelo, aunque hay algunas simbologías más precisas, como la lechuza atributo de la sabia Palas Atenea. Iguanas, perros, cuervos y otros tantos animales circulan en "Fauna Latente", en las fotos de Julieta aparecen como pares de la mujer como iguales. Las obras de Julieta logran que paisaje, mujer y fauna recuperen aquella unión mística que nos integraba al universo, el “unus mundus” de los alquimistas.

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